Reemplazar algunos alimentos por otros puede hacer grandes cambios en tu alimentación

El reemplazo de ciertos alimentos de consumo habitual es una estrategia muy utilizada en los tratamientos nutricionales para el descenso de peso, ya que con pequeños cambios se logra muchas veces una diferencia importante no solo en la cantidad de calorías sino también en una mejor calidad de nuestra alimentación.

Hoy te propongo 10 reemplazos de alimentos que consumimos habitualmente y que hacen una gran diferencia:

  1. Leche entera (1 vaso de 200cc: 116kcal) por leche descremada (1 vaso de 200cc: 66kcal). Se reduce grasa saturada.
  2. Yogur entero (1 vaso de 200cc: 186kcal) por yogur descremado (1 vaso de 200cc: 88kcal). Reduce grasas saturadas.
  3. Azúcar (1 cda sopera: 80kcal) por edulcorante (cualquiera aporta 0 kcal). Eliminamos “calorías vacías”, es decir que no nos aportan nutrientes.
  4. Manteca o margarina por aceites vegetales. La diferencia radica en la calidad de las grasas, las primeras son grasas saturadas y trans (malas) y los aceites contienen ácidos grasos esenciales (buenos).
  5. Mayonesa común (1 cda: 96kcal) por mayonesa light o queso blanco descremado (1 cda: 25kcal promedio). Se reduce grasa saturada.
  6. Queso común (1 porción tamaño cajita de fósforo: 166kcal) por quesos descremados (misma porción: 117 kcal).  Reducimos grasas saturadas.
  7. Milanesa de carne frita (mediana 300kcal) por milanesa al horno (mediana 200 kcal). Reducimos grasas malas provenientes de la fritura.
  8. Gaseosa común (1 vaso de 200cc: 84kcal promedio) por gaseosa light (1 vaso: 0 kcal) o Jugo natural de frutas sin azúcar (1 vaso cítrico + agua: 55kcal promedio). Reducimos azúcares.
  9. Galletitas dulces rellenas o tipo pepas por galletitas simples, con avena, salvado, semillas, etc. La porción de las primeras son 2 galletitas mientras que la de las simples son 6-7 unidades. Además de contener más fibra y menos azúcares.
  10. Fiambres para sándwiches por bife de pollo, carne vacuna, cerdo, atún, etc. Se pueden armar sándwiches con carnes magras, verduras y queso blanco. Reducimos grasas saturadas, sodio y obtenemos mejores proteínas.

Con pequeños cambios podemos hacer grandes avances en mejorar nuestra alimentación diaria, ya que no se trata de dejar de comer ni de prohibir alimentos, sino aprender a elegirlos en base a sus aportes nutricionales y los beneficios de ellos para nuestra salud. Buscar el balance puede ser la clave para lograr el cambio.

Lic. Romina Krauss

M.P.n°147

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