El crimen de Anahí: Anotaciones, una mancha rojiza y una cuenta regresiva

Los investigadores analizan lo secuestrado en la casa del sospechoso antes de indagarlo, un plazo que vence a primera hora de mañana.

Cada hora que pasa es clave para los investigadores del crimen de Anahí Benítez (16). Tras el allanamiento en la casa del profesor de matemáticas detenido, la información a procesar es demasiada y sólo tienen tiempo hasta las primeras hora de mañana para indagarlo y definir si continúa como sospechoso del caso.

Así toma relevancia lo encontrado en la casa de Llavallol de Leonardo Agostino (40) durante los allanamiento que se hicieron esta madrugada, como la información de su teléfono celular y también que la tarea de división canes haya dado resultado negativo.

“Es un pibe re tranquilo”, fue la descripción que los vecinos de la vivienda de Manuel Fernández al 2000, en Llavallol, les dieron a los investigadores sobre el sospechoso.

Pero también, es clave para la causa el análisis de qué tipo de relación mantenía el docente con su alumna. “Los amigos de Anahí estaban al tanto de ciertas cosas: sabían que el profesor le gustaba y hablaba todo el tiempo de él. También lo mencionaba en los chat que mantenía con otros jugadores de juego en red y, sobre todo, en sus diarios íntimos”, explicaron las fuentes a Clarín.

Y detallaron que hasta “la mujer del detenido estaba al tanto de que su marido tenía en cuenta a la adolescente, por una serie de problemas que ella había tenido”, y que “era bastante comprensivo”. Esa mujer anoche vio como la División Homicidios de la Policía bonaerense, la Dirección Departamental de Investigaciones (DDI) Lomas de Zamora, y la comisaría 4ta. de Llavallol, junto a peritos de la Policía Federal Argentina (PFA) realizaron entre las 22.30 de ayer y las 6 de hoy un allanamiento en su casa de Llavallol, apenas a unas cuadras del predio de Santa Catalina donde apareció el cadáver de Anahí el viernes.

Según las fuentes, el allanamiento en la casa de Agostino estuvo supervisado por una de las fiscales de la causa, Verónica Pérez, y el fiscal adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera. Además de la esposa del sospechoso, también estaba la madre de Agostino. Y allí incautaron de tres CPU, dos notebooks, dos pendrive y una tarjeta de memoria, y también de «anotaciones con posible caligrafía de Anahí», precisó a Télam una fuente de la investigación.

A su vez, la Policía Científica recolectó del Fiat 147 del sospechoso varias huellas, fibras similares a cabellos, tierra del guardabarros y una mancha rojiza en el elástico de la funda del asiento del acompañante, precisaron los informantes.

Además, la Unidad Canes realizó un rastrillaje en la propiedad con resultado negativo. Por ello, los peritos del Poder Judicial esta tarde inspeccionaban con perros adiestrados la Reserva Natural Santa Catalina, de Parque Barón, también en Lomas de Zamora; donde fue hallado en cadáver. Según las fuentes, ese lugar sería «la escena secundaria del crimen».

Por su parte, la fiscal Pérez y su colega Fabiola Juanatey, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Violencia de Género de Lomas de Zamora, tenía previsto indagar al profesor una vez que recibieran los informes de los últimos peritajes, como por ejemplo, el peritaje de su celular.

Por eso, por estas horas, en la Fiscalía de Lomas de Zamora todo es contrarreloj: el sospechoso permanece aprehendido desde ayer a la mañana, una medida que fue convalidada por el juez de Garantías 4 de Lomas de Zamora, Sebastián Monelos. Según las fuentes, ahora tienen 48 horas corridas para tomar la declaración indagatoria y solicitarle al juez, en caso de que así lo consideren, que el sospechoso quede formalmente detenido. Ese plazo vence mañana por la mañana.

De acuerdo a los investigadores, Agostino fue profesor de Anahí en 2015 en la Escuela Normal «Antonio Mentruyt» (ENAM) de Banfield y en su página «Consultas Matemáticas» de Facebook había compartido varias veces la foto de adolescente mientras estaba desparecida.

Tras conocerse la aprehensión del profesor, varios de sus alumnos destacaron a través de esa red social una publicación en la que el profesor, desde dicha cuenta, le escribió a Anahí en diciembre de 2016 que ella era «uno de los tesoros del ENAM» y ella le contestó: «Gracias, el otro es usted.»

El cadáver de Anahí fue encontrado desnudo, con profundo corte en la mejilla derecha y un golpe en el arco superciliar derecho (todos previos al crimen). La habían enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina, un predio de 730 hectáreas que la Policía rastrillaba con perros adiestrados ya que esa zona fue donde se activó la antena de su celular el día que fue vista por última vez, el sábado 29 de julio.

La fiscal Pérez ratificó que la chica murió por sofocamiento a raíz de una gran congestión pulmonar y que «no surgió ningún signo de defensa» de parte de la víctima, «ni sufrió abuso» sexual. Luego se supo que aún tenía comida en su estómago sin digerir y que el informe preliminar sobre la data de muerte es de 48 horas.

“Si esto se confirma, la pregunta es dónde estuvo desde el sábado 29 que desapareció hasta el día que la mataron. Lo que creemos es que se fue por su propia voluntad, que nadie la retuvo, porque había comido y no tenía signos de violencia, como si la hubieran tenido atada”, indicaron las fuentes.

Esta mañana, los restos de Anahí fueron inhumados en el cementerio de Lomas de Zamora. Sus amigos, familiares y vecinos la despidieron con un aplauso.

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