Caso Selene: los tres jueces del Tribunal decidieron inhibirse y el juicio deberá empezar de nuevo con otros magistrados

El Tribunal Ad Hoc obereño conformado para analizar el pedido de apartamiento de los camaristas Lilia Avendaño, Francisco Aguirre y José Pablo Rivero del juicio por el crimen de la nena discapacitada Selene Aguirre (2) resolvió desestimar el planteo, que había sido presentado por el abogado Roberto Bondar, defensor de una de las dos personas imputadas por el homicidio: Victoria Aguirre, la madre de la víctima.
Sin embargo, pese a ser confirmados al frente del debate oral y público, Avendaño, Aguirre y Rivero decidieron inhibirse argumentando «violencia moral» de parte del defensor de la sospechosa. De esta manera, el juicio, del que se habían realizado dos audiencias (indagatorias y una de testimoniales) vuelve a foja cero, ya que se quedó sin Tribunal y mañana se expira el plazo previsto por el Código de Procedimiento. Ahora deberá conformarse otro cuerpo juzgador, luego tendrá que fijar fecha y llevar adelante el proceso.
Este intrincado derrotero que tuvo el caso obliga entonces a una nueva postergación de un expediente que ya lleva años de vaivenes, con intervención hasta del Superior Tribunal de Justicia para la realización del juicio.
Desde el 29 de enero de 2015, día en que la nena Selene, con brutales golpes, fue llevada sin vida al hospital Samic de Oberá, están presos su madre Victoria y el entonces concubino de esta, Rolando Lovera, acusados de haberle provocado las lesiones letales a la pequeña, que padecía retraso madurativo y discapacidad motriz.
A fines de junio, el Tribunal Penal de Oberá empezó el juicio. Los imputados se acusaron mutuamente por el hecho y empezó la ronda de testigos. Pero el 4 de julio, Bondar recusó a los jueces tras acusarlos de no ser imparciales con su clienta.
Entonces se tuvo que conformar otro triunvirato, que fue integrado por los camaristas Jorge Erasmo Villalba, Graciela Ivonne Heppner y Mónica Azucena García De González. Ellos escucharon el jueves pasado a ambas partes. Esa audiencia fue muy caldeada. Bondar acusó a Avendaño, Aguirre y Rivero de ser «delincuentes» y de actuar como «barras bravas». Tales epítetos fueron rechazados de plano por los recusados, que entendieron que el abogado se había excedido en sus acusaciones y que no tenía elemento alguno para endilgarles falta de imparcialidad.
Fuera de la sala donde se concretó esta diligencia, distintas agrupaciones feministas, tal como lo hicieron desde el primer día del juicio, pidieron la liberación de Victoria Aguirre y la condena de Lovera.
Este lunes, el Tribunal Ad Hoc rechazó los argumentos de Bondar y ratificó a los jueces originales del Tribunal, pero estos ya habían tomado una decisión: inhibirse por «violencia moral».
Bondar logró lo que buscaba, el alejamiento de los jueces, pero a costa de que el juicio tenga ahora un destino incierto.

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