San Sebastián de la Selva, la reserva preferida en el país por los aficionados para el avistaje de aves en Misiones

 

La puesta en valor de la Selva Paranaense en manos de propietarios de reservas privadas en Misiones está en sostenida evolución. Es el caso de San Sebastián de la Selva (Reserva &Lodge), ubicada en el corazón del corredor biológico entre los parques Urugua-í y Foerster, en la localidad de Comandante Andresito, Misiones. El esfuerzo, compromiso y pasión por la naturaleza de sus propietarios va cosechando el reconocimiento desde que tomó la posta del emprendimiento ecoturístico, en marzo de 2014.

 

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Esta semana, la reserva privada fue posicionada a nivel global en 6to lugar -por la elección de los propios aficionados- en una plataforma digital internacional de “ciencia ciudadana” en aves denominada eBird, un sitio web especializado donde miles de observadores de aves de todo el mundo suben fotos y datos de lo que observan. San Sebastián de la Selva ocupa este lugar de preferencia por el registro de más de 300 especies de aves en el área protegida.

 

Los datos publicados en esta plataforma digital quedan disponibles para ser utilizados en ciencia y conservación. Además, la página es una poderosa herramienta para el turismo de observación de aves, colocando así a la reserva privada como uno de los sitios recomendados para visitar en Misiones.

El propietario de San Sebastián de la Selva es el reconocido fotógrafo naturalista, Matías Romano (37), profesional que -paralelamente-  se encuentra realizando en el Parque Nacional Iguazú una exposición itinerante sobre “Aves de la Argentina”, una atractiva muestra para los turistas que se mantendrá hasta el 16 de agosto, cuando finaliza el Congreso de Ornitología.

 

 

“Orgullo, alegría, sentirse afortunado y poder compartirlo, todo eso sentimos cuando vemos que nuestra reserva en Misiones fue posicionada en 6to lugar como un HotSpot del planeta, un lugar donde se ven muchas pero muchas aves, y que además el área es de gran importancia para la conservación de las mismas. Fueron cientos los aficionados que cargaron en el sitio global  eBird  sus observaciones en la reserva, con 300 especies registradas, realmente increíble”, expresó con satisfacción a través de su red social el profesional.

En la entrevista con ArgentinaForestal.com  se refirió al posicionamiento que significa para su emprendimiento ecoturístico ser uno de los lugares preferidos en el país para el avistaje de aves.

“Estas observaciones que realizan los aficionados colabora al conocimiento directo sobre las aves y sus dispersiones. Esos datos publicados permite al observador saber qué puede encontrar y dónde, lo que la convierte además en una poderosa herramienta para el turismo de observación de aves”, explicó Romano.

De este modo, al ser una comunidad específicamente apuntada al nicho de los amantes de las aves, figurar con San Sebastián de la Selva en 6to lugar a nivel global hace que muchos lo incluyan entre sus lugares de conservación preferidos a visitar en la Argentina por la gran cantidad de aves que potencialmente podrían sumar a sus listas.

Por otra parte, el joven empresario agregó que la reserva se posiciona como AICA (Área de Importancia para la Conservación de las Aves), que son sitios que se identifican como prioritarios por la gran cantidad de especies, por alguna especie en peligro de extinción o por zonas de nidificaron, etcétera. “Esto nos sirve de guía para saber cuáles son los sitios prioritarios y donde debemos hacer nuestros mayores esfuerzos conservacionistas”, precisó.

 

 

La mayor satisfacción del propietario es que fueron los mismos visitantes los que cargaron sus observaciones a la plataforma virtual. “En la reserva llevamos un registro desde hace más de 4 años, con observaciones continuas de las especies de aves que se pueden ver en lugar, lo que comúnmente se llama «Checklist». Si bien monitoreamos las aves, por otra parte hemos puestos nuestros primeros esfuerzos en la reforestación de zonas que antes fueron deforestadas por la ganadería. Consideramos que recuperar el ambiente es el primer paso, en un ambiente saludable las aves vienen solas”, sostiene convencido Romano.

La reserva privada tiene una superficie de 100 hectáreas, está ubicada sobre la Ruta 101, a medio camino entre Andresito y San Antonio, y a unos 80 kilómetros del Parque Nacional Iguazú.

El área natural forma parte central del corredor biológico que también integra la Bio-reserva Karadya, entre otras, ya que son áreas naturales privadas que en conservación forman un puente de conectividad del Bosque Atlántico entre el Parque Provincial Urugua-í y Parque Provincial Foerster.

San Sebastián de la Selva es de alguna forma el corazón del Corredor Biológico, su forma rectangular y alargada lo lleva prácticamente de punta a punta de dicho corredor. La gran variedad de ambientes dentro de la reserva elevan la cantidad de especies a observar. Contamos en el área con un gran lago, una zona en recuperación y otra en mejor estado de conservación con grandes árboles y todos los estratos propios de la selva paranaense”, graficó el profesional.

 

Naturaleza & fotografía

El proyecto privado es de conservación, ecoturismo y educación ambiental. La conexión con la naturaleza se despertó en Matías desde su infancia, como también su pasión por la fotografía.

Oriundo de Buenos Aires, donde aún reside pero viaja constantemente, el profesional compartió en forma resumida su historia con la iniciativa en Misiones. “Arranque a los 11 años en mi primer viaje de campamento con un amigo a los Esteros del Iberá (Corrientes), y en esa época no había ningún hotel ni desarrollo turístico en la zona. Al año siguiente, ya con 12 años, realicé un viaje a la Patagonia durante un mes con un grupo de fotógrafos mayores. Fue allí donde uní estas dos pasiones, la naturaleza y la fotografía, y desde entonces no deje esta vocación que me ha dado muchas alegrías y satisfacciones”, relató.

En el 2010 realizó un viaje a las Islas Malvinas y producto de aquella experiencia resultó la edición de su primer libro sobre la naturaleza de las islas, material que fue expuesto con una galería fotográfica en el Congreso de la Nación Argentina, como también en Francia y España.

En paralelo, Matías Romano se encuentra realizando una gira por distintos puntos del país con una exposición fotográfica itinerante sobre Aves de la Argentina. La muestra estará estas semanas en el Parque Nacional Iguazú, ubicada donde se toma el tren en la estación central, y se mantendrá en agosto, hasta después del Congreso de Ornitología.

La muestra ya recorrió la Plaza San Martín y el Obelisco, en la ciudad de Buenos Aires, Entre Ríos (Paraná y Concordia), Corrientes (Ituzaingó), Río Negro (Las Grutas) y en Misiones (Posadas y Puerto Iguazú). “Mi pasión por las aves se ha convertido con los años y la experiencia, en la necesidad de compartir con todos los argentinos el mundo de estos seres alados, con quienes convivimos a diario, en el campo, en la selva, en las ciudades y en los más diversos ambientes que forman parte de nuestra tierra. Esta exhibición significa para mí poder completar el camino hasta aquí recorrido, llevando arte a un espacio de intercambio novedoso y accesible para todos”, señala Romano en su invitación a conocer su muestra fotográfica.

 

Los desafíos de la conservación

Además del compromiso con la conservación, la reserva privada fue planificada para el desarrollo de un proyecto ecoturístico, ya que los propietarios tienen costos que enfrentar para la sostenibilidad del área natural.

Desde la mirada empresaria, Matías admite que es un  desafío “grande y complejo” el desarrollo del ecoturismo, más allá que la vocación lo lleve a compartir “su casa” con todos porque la considera un “paraíso”.

En este sentido, dijo que lo que intenta es abrir la reserva privada al turista, para que cada vez más gente la conozca y se puedan llevar un mensaje conservacionista sobre la importancia ambiental de la selva, de manera que puedan replicarlo en otro lado. Sueña con lograr “una mirada que despierte el amor por la naturaleza, el trabajo por su conservación y las deudas urgentes que con ella tenemos”, expresa.

“En la reserva tenemos cabañas para los visitantes y ofrecemos salidas guiadas para observar naturaleza, programamos actividades como plantar árboles nativos para recuperar las zonas degradadas, contamos con un lago y un arroyo para el uso de canoas, realizamos la ceremonia del Mate Cocido Quemado resaltando toda la tradición de la Yerba Mate, entre otras propuestas. Siempre intentamos amoldarnos a los intereses de cada grupo”, agregó.

 

 

 

Otro desafío que llevan adelante, es lograr el apoyo de las empresas de la zona con actividades en la reserva, en el marco de sus programas de Responsabilidad Social Ambiental (RSA). “Es un proyecto nuevo, pero creemos que a futuro nos ayudará para afrontar tareas de regeneración y monitoreo. En el fondo, para una empresa es algo muy lindo y agradable de compartir, que se encuentren aportando a la protección de una hectárea de selva paranaense, poder ver que sale en la cámara trampa que apadrina, etcétera”, comentó el propietario.

 

A futuro, apuestan a lograr que la biodiversidad que alberga la Selva Paranaense logre el reconocimiento internacional que merece por su valor ambiental. “Es un ambiente natural único en el planeta y está absolutamente degradado. En Argentina tenemos una gran responsabilidad con la selva misionera, ya que aún quedan grandes áreas que de ser bien gestionadas en su conservación servirían como corredores biológicos eficientes”, indicó Romano en la entrevista.

Al ser consultado sobre las principales trabas que enfrentan en la actividad para su desarrollo, consideró como principal el control en los parques provinciales. “El control de las áreas protegidas provinciales vecinas es algo prioritario, si uno mira un mapa satelital disponible para todo el mundo, puede ver como en tierras privadas la selva se regenera y no sucede en Parques, como el caso del PP Segismundo Welcz donde se deforesta y se practica la actividad ganadera. Esto es algo posible de solucionar, pero creo que falta la voluntad y decisión política de hacerlo. Me apena porque los parques “de papel” no sirven, realmente necesitamos áreas protegidas pero de verdad”, concluyó.

El propietario de San Sebastián de la Selva es miembro de la comisión directiva de Aves Argentinas, una entidad centenaria que trabaja día a día para conservar las aves y sus ambientes. Trabajan también en campañas de reforestación con Fundación Vida Silvestre Argentina, actividad que volverá a realizarse este año en primavera.

Además del Lodge, en la reserva privada cuentan con un gran quincho que fue elegido en múltiples oportunidades para encuentros fotográficos, cursos, reuniones y, esta semana, para un taller denominado “Tangara Tour Fotográfico” que lo dictó el reconocido documentalista Marcelo Viñas.

 

 

Por Patricia Escobar 

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