Andresito: La Bio-reserva Karadya integrará la red de reservas privadas de la Fundación Azara

 

La pareja de biólogos y propietarios de la Bio-reserva privada “Karadya” Luciana Oklander y Julián Baigorria, refuerza su compromiso con la conservación del área natural -que es estratégica al conformar un corredor biológico en la Selva paranaense entre el PP Urugua-i y PP Foerster-, y también con la investigación y el ecoturismo que desde hace 10 años desarrollan en la localidad de Andresito, Misiones, al sumarse al Programa de Reservas Privadas de Fundación de Historia Natural Félix de Azara (Fundación Azara).

 

Al pasar a integrar a esta Red, los propietarios “no sólo asumimos en forma personal el compromiso de conservar los ambientes naturales de la reserva, sino que extendemos ese compromiso ante la sociedad toda, mediante el reconocimiento y supervisión de una organización tan prestigiosa en la materia como la Fundación Azara”, precisaron en la entrevista con ArgentinaForestal.com sus propietarios al dar a conocer la buena noticia.

 

La Fundación Azara es una institución no gubernamental y sin fines de lucro, al servicio de la sociedad, con la misión de contribuir al estudio y la conservación del patrimonio natural y cultural del país. Actualmente, a través del Departamento de Ciencias Naturales y Antropológicas de la Universidad Maimónides, investiga, explora, descubre, gestiona, conserva, divulga y educa. Revaloriza y rescata el pasado, analiza el presente y contribuye al futuro.

 

Los biólogos iniciarán una nueva etapa de cooperación mutua con la Fundación, con el fin de potenciar las estrategias de conservación e investigación dentro de la Bio-reserva Karadya.

 

Corredor biológico estratégico

 

Karadya es un remanente de 90 hectáreas del amenazado bosque atlántico y se ubicada en el noreste de la provincia de Misiones, dentro del corredor biológico Urugua-í Foerster que conecta los parques provinciales Urugua-í de 84.000 hectáreas y Horacio Foerster de 5.000 hectáreas, de manera de favorecer el tránsito de los animales entre ellos.

Karadya es fundamental para garantizar la continuidad y conectividad de este corredor, protegiendo y restaurando zonas de bosque primario estratégicamente ubicadas.

La creación de Karadya y otras reservas en el corredor generaron un cambio marcado en la fauna y flora del lugar. Actualmente pueden observarse en la zona aproximadamente 40 especies de mamíferos y más de 300 especies de aves, algunas de la cuales están amenazadas de extinción. Por este motivo en el 2010 se declaró al Corredor como «Área Importante para la Conservación de las Aves» o AICA.

 

El 80 % de Karadya está cubierta por un hermoso bosque primario muy bien conservado. Además del bosque, existen otros ambientes, en donde durante épocas pasadas, se establecieron parcelas agrícolas o ganaderas. Estos ambientes actualmente reflejan la vegetación típica de distintas etapas de la sucesión natural de la selva paranaense. Karadya cuenta con una red de senderos diseñada para poder disfrutar al máximo de todos los ambientes presentes en el área y de las especies de animales y vegetales que los habitan.

 

“La reserva se ubica en una zona estratégica para la conservación de la Selva Paranaense del NE Misionero. Al formar parte del denominado «Corredor Biológico Urugua-í – Foerster», que es un corredor de selva conformado por reservas privadas, el valor ambiental es generar un «puente de selva» entre los Parques Provinciales”, remarcaron los propietarios.

 

Este corredor, como todos los corredores biológicos, es importante para evitar procesos negativos como aislamiento de las poblaciones o extinciones locales que ocurren en los paisajes aislados. “Con nuestra reserva, en particular contamos con 95 hectáreas de las cuales 70 son de bosque primario y el resto se divide entre bosque secundario o «capuera», parcelas agroecológicas y áreas destinadas al ecoturismo”, detallaron en la entrevista.

 

“La relación con la Fundación Azara surge de nuestros trabajos como biólogos y de nuestra participación desde hace algunos años en algunos de los proyectos de conservación e investigación que lleva a cabo la Fundación. Durante este año retomamos el contacto más fluido y así surgió la idea de formar parte de la Red de Reservas de la Fundación”, precisarpn los profesionales.

 

Si bien en la actualidad no se encuentran realizando en conjunto ninguna investigación dentro la reserva, adelantaron que “a principios de la primavera tenemos planeado comenzar tres líneas de investigación, una de primates, otra de aves rapaces y la última en arañas”.

 

De esta manera, Julián y Luciana compartieron la buena noticia: “La verdad que esta nueva etapa nos llena de alegría y entusiasmo ya que, de alguna formar, es una especie de reconocimiento a la labor que venimos haciendo desde hace 10 años. Estamos convencidos que de esta sociedad saldrán acciones y proyectos sumamente positivos para la conservación y la ciencia en esta zona del país”, concluyeron.

 

 

Por Patricia Escobar 

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