Podemos invertir las asimetrías

Desde hace algunos meses los misioneros nos volvimos expertos en temas de “asimetrías”, lamentablemente es una problemática económica que ha comenzado a mostrar retrocesos en la generación de empleo, un estancamiento en la recaudación fiscal y una pérdida constante de competencia regional.

Claramente las variables que encierra esta dificultad económica no dependen de dos o tres factores, sino todo lo contrario, depende de una multiplicidad de factores que tienen que ver principalmente con lo económico, pero no debemos descartar el factor social, el cultural, entre otros.

En primer lugar, no debemos encerrarnos en que la problemática de las asimetrías corresponde a un tema netamente de coyuntura económica y nada más. Porque sería caer en consecuencias pasajeras y no podemos hacer nada para revertir la realidad que está paralizando al desarrollo de la economía misionera.

La economía nacional que no despega de la manera que todos los argentinos esperamos. Una inflación indomable, un dólar rozando los 18 pesos, tasa de desempleo en crecimiento, un ingreso de divisas a costa del crecimiento de la deuda externa y una flexibilización laboral en auge son algunos datos que nos marcan un panorama nacional con muchísimas dificultades. En ese contexto está la economía de los Misioneros, intentando surfear las gigantes asimetrías económicas con los países vecinos.

Con el 90% de nuestras fronteras con países hermanos de Paraguay y con Brasil, con el 60% de nuestra población con menos de 40 años, con más de 600 comercios cerrados solamente en la Ciudad de Posadas y con un crecimiento en la tasa de desempleo.

Estos datos tienen que ver con observar la verdadera coyuntura en la cual estamos insertos los Misioneros. La pregunta es: ¿Cómo podemos salir adelante a pesar de que compitamos con precios de Paraguay y Brasil?

Primero debemos dejar de preocuparnos y comenzar a ocuparnos verdaderamente de la situación. No podemos esperar situaciones favorables que vengan desde el Ejecutivo nacional o sentarnos a esperar que nuestros vecinos cambien su situación económica; debemos afrontar las variables reales que nos competen como provincia autónoma y trabajarlas en profundidad.

Por ejemplo, la provincia no solo tiene una diferencia en el precio de los productos, sino también en la calidad de los servicios que brinda. Una familia misionera hoy no busca solo el precio más conveniente en Paraguay o Brasil, sino que busca calidad del producto y calidad de servicio. Este es uno de los puntos que debemos fortalecer, que debemos solucionar para ser competitivos en cuanto a los servicios.

Por otro lado, el ITC diferenciado que solo rige para la Ciudad de Posadas y el anhelado artículo Nº 10 de la Ley Pyme (ley Nº 27.264) que plantea la ejecución de herramientas fiscales así como incentivos a las inversiones productivas y turísticas para pequeñas y medianas empresas que sufren las asimetrías, tampoco representan la solución definitiva a los problemas económicos de los misioneros. Los comerciantes misioneros deben competir no solo con las asimetrías externas con los países vecinos sino también con asimetrías internas de los grandes supermercados y cadenas que son cada vez más fuertes. Estos últimos destruyen las empresas de distribución pero sobre al pequeño comerciante que tiene una carga impositiva muy elevada.

Entonces, las soluciones comienzan a verse como un conjunto de herramientas concretas que pasan desde la capacitación en cuanto a los servicios que brindamos hasta las necesidades impositivas que debe afrontar la provincia. La ejecución efectiva del artículo Nº 10 de la Ley de Pymes es un paliativo para una dificultad cada vez más grande. El ITC diferenciado al combustible es una inyección a corto plazo para Posadas pero que no resuelve el problema sino que estira la problemática en el tiempo.

Necesariamente Misiones tiene que dar, junto a la Nación, una discusión sobre la carga tributaria en todos los niveles. Nuestra provincia no puede sostener esta presión fiscal sin generar las condiciones necesarias para crear nuevos puestos de trabajos genuinos, si no fortalecemos las Pymes, a los comerciantes en toda la provincia y si no protegemos a nuestros emprendedores no tendremos presente ni futuro por delante.

Desde Podemos entendemos que el único objetivo firme que debe tener la provincia de aquí en adelante es la generación de empleo genuino, esta es la verdadera problemática por resolver. Sin la cantidad de industrias necesarias para ofertar empleo, sin la capacidad de las Pymes de tomar empleo, sin la calidad de servicio esperado para ofrecer empleos desde el turismo, sin el apoyo a los emprendedores y sin una economía diversificada en la producción será muy difícil alcanzar ese objetivo a mediano y largo plazo. Por eso, plantemos junto al reclamo desde la Nación una verdadera reforma tributaria que fortalezca a las Pymes y al desarrollo productivo de los emprendedores. Tanto las Pymes como los Emprendedores serán las maquinas productoras de empleo genuino del mañana, no podemos dejar pasar esta oportunidad.  

Consideramos que la provincia debe hacer un mayor esfuerzo en temas tributarios e incentivar la producción para no recaer en una “aduana paralela”, los misioneros hemos hechos los sacrificios durante todos estos años en cuanto a su relación con los gobiernos nacionales y no se han dado los beneficios que esperábamos. Nos aumentan la luz, no tenemos gas natural, el combustible aumentó considerablemente, y como si fuera poco, nuestros comerciantes deben competir no solo con las asimetrías externas sino también con asimetrías internas. Desde el Congreso de la Nación queremos enfocarnos sobre la situación que vive nuestra provincia en temas de asimetrías, y por ser un lugar estratégico en la región.

 

EL MURO DEL SIN SENTIDO

Como si faltara algo para el análisis, en el día de hoy comenzaron las obras de re-estructuración del muro del «sin sentido».

El muro ubicado en zona de frontera con Paraguay se construyó en el año 2015 por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) con un valor de 53 millones de pesos, el lunes 24 de julio de 2017 comenzó a derribarse para reestructurar la zona fronteriza. Cabe mencionar que derribar parte del muro y reestructurar la zona cuesta 61 millones de pesos más.

En total, se gastaron 114 MILLONES DE PESOS para levantar un muro y 2 años después derribar para adaptarlo nuevamente. Vale la pena preguntarse cuáles son las prioridades de Humberto Schiavoni, quien dirige la EBY

Ahora bien, ¿Cuántas cosas podemos hacer los misioneros con 114 MILLONES DE PESOS?

Algunos ejemplos:

*Con 114 millones de pesos se pueden construir más de 150 viviendas que fabrica el IPRODHA.

*Podemos construir escuelas, arreglar los accesos a los barrios de toda la provincia, refaccionar hospitales, entre muchas otras cosas que si valen la pena.

¿Por qué  nos cuesta tanto planificar a mediano o largo plazo políticas tan concretas como la edificación de un muro? Con todos los mecanismos al alcance de nuestras manos debemos controlar la obra pública de otra manera. Entendemos que se deben generar los mecanismos institucionales para que todos los ciudadanos podamos acceder a la información de manera transparente y que todos podamos contestarnos la siguiente pregunta: ¿para qué se usan los fondos de los Misioneros que recauda el Estado?.

Los misioneros no podemos dejar que las cosas pasen por negligencia de algunos pocos, debemos alzar la voz y hablar  de todos los muros del sin sentido.

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