La canadiense Lindsay Hilton cosecha admiración y despierta los elogios por su capacidad de superación. Nació sin extremidades, pero nunca dejó que ello fuese un impedimento para desarrollar su carrera en deportes como el rugby o el Crossfit.
«Nací sin extremidades. Debido a eso he tenido que adaptarme, tomar riesgos y, lo más importante, intentarlo». Lindsay Hilton lo explica perfectamente. El secreto de tanta capacidad de superación está en siempre enfrentar con decisión las circunstancias y nunca aminorarse. La fuerza interior es la razón que le permitió ir tras sus sueños y alcanzarlos.
Su caso tomó trascendencia a nivel mundial. Lindsay nació sin extremidades, con un brazo que termina antes del codo y el otro que termina justo después; y ambas piernas finalizan antes de las rodillas. Pero lo que la mayoría asume como un gran impedimento, para ella es solo parte del desafío. Hoy, esta valiente mujer canadiense es un fiel ejemplo de inspiración.
La historia que la une a la actividad física empezó desde pequeña. Comenzó a jugar al fútbol en la escuela media y más tarde probó el hockey y el rugby, que actualmente -a los 31 años- todavía continúa practicando.
Su vida comenzó a tomar un rumbo diferente hace unos años, cuando probó el Crossfit. «Empecé en septiembre de 2015 y rápidamente me enamoré del deporte y de la increíble comunidad. Una de mis cosas favoritas es que cada entrenamiento es escalable y adaptable», contó.
Desde entonces las rutinas de alta intensidad se fueron convirtiendo en sus favoritas. La popularidad la adquirió tras un video que publicó el propio centro de entrenamiento a donde acudía. En el corto se la aprecia ejercitándose utilizando un equipamiento especial que incluye correas, cadenas y prótesis con ganchos.
La fama la llevó a incurrir de lleno el mundillo de estos atletas, donde hoy es toda una celebridad. Este año viajó hasta Miami para competir en el festival de fitness de Wodapalooza -en la categoría femenina de Rx adaptado- y se llevó todos los elogios y la admiración del público. Por delante, aspira a seguir participando en otros eventos similares.
De cara al futuro tiene como objetivo ser el ejemplo para personas con discapacidad y que su caso lleve a la toma de conciencia del resto. «Realmente quiero animar a la gente a salir y probar, especialmente a aquellos con diferencias físicas. Mi meta es hacer que todos los tipos de deporte sean accesibles y adaptables para todos los seres humanos», afirmó.
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