Crimen del cambista: ponen en la mira a la clientela de Kraemer para dar con el asesino

Los detectives de la Dirección Homicidios de la Policía, con la supervisión del juez de Instrucción Dos, César Yaya, están investigando entre la clientela de Jorge Marino “Polaco” Kraemer (38) para dar con alguna pista que conduzca a quien lo mató el jueves de dos balazos en su casa del barrio 17 de Octubre de Itaembé Miní, en Posadas.
El hombre, al que también apodaban “Brasilero”, pese a que era misionero de El Soberbio, era cambista. Se movía en distintas localidades de la provincia. Como “arbolito”, no tenía oficina fija. Con sus vecinos posadeños tenía poco trato, pero no se llevaba mal con ellos. Hacía un año y nueve meses se encontraba de novio con una docente que reside en la misma zona. Ella, en su declaración, no refirió que el hombre le haya manifestado algún inconveniente que hiciera presumir que estaba en peligro. Dijo que lo vio por última vez el miércoles por la mañana.
De acuerdo con la autopsia, a Kraemer lo ejecutaron de un tiro detrás de la oreja izquierda y otro en el tórax. Fue con un arma de grueso calibre, probablemente calibre 38. Murió en la noche del jueves. Lo hallaron recién 24 horas después.
En la caja fuerte de su residencia encontraron intactos 12 mil dólares. El o los homicidas ni los tocaron. Tampoco había desorden. Es decir, quien haya sido entró a la casa con la venia del propietario. Es más, Kraemer recibió de ojotas a quien lo ultimó.
Lo que sí hizo el asesino fue llevar el Renault Fluence GT de la víctima al cruce de las calles 65 y 120, a una cuadra de la terminal de micros de la capital provincial. No faltaba nada.
El fuerte de la actividad de Kraemer era el cambio de divisas. En algunas ocasiones, según determinaron los pesquisas, oficiaba de remisero para turistas vip que llegaban al aeropuerto posadeño. No tenía antecedentes ni andaba armado. Sólo dos perros Pitbull conformaban la “seguridad” de su casa.
Su muerte hasta ahora es un misterio. No hay sospechosos detenidos y las miradas apuntan al trabajo del hombre. Los investigadores creen que el asesino era un conocido del “Polaco”. Pero que algo pasó en la última charla y todo terminó en tragedia.
Por estas horas analizan las cámaras de seguridad de la zona de la terminar para establecer si captaron la llegada del Fluence. También analizar la línea telefónica del fallecido y se indagará entre los conocidos de Kraemer.

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