El zorro pitoco, una especie considerada en peligro de extinción en la selva misionera apareció en una reserva privada de la provincia

Fue avistado en la Reserva Privada Selva Paranaense Don Otto, Departamento Eldorado,  gracias a una «cámara trampa». El zorro pitoco es un pequeño cánido de 4 a 7 kilos, pelaje pardo oscuro, cuerpo macizo y compacto, cabeza robusta, cuello grueso y patas y cola cortas, informó ayer la Agencia TÉLAM. 

 

«Hasta ahora, la mayoría de los datos de la presencia de este zorro en estado silvestre habían sido obtenidos gracias a los avistajes oportunistas, pero no había imágenes de nuestro país», dijo Nicolás Lodeiro Ocampo, director de la Red Yaguareté.

La especie está considerada «cercana a la amenaza» a escala global y «en peligro» de extinción en la Argentina.

El ejemplar habita en Panamá, Colombia, Venezuela, las Guayanas, este de Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, la mayor parte de Brasil y en la provincia de Misiones, en Argentina.

 

«Buscando yaguaretés nos encontramos con estos magníficos cánidos. Fue una gran y grata sorpresa», comentó a Infobae el director de la Red Yaguareté, Nicolás Lodeiro Ocampo,  encargado del novedoso registro fotográfico en la selva misionera.

 

El pitoco es una especie de cánido que vive y caza en grupos. Al ser muy elusivo, resulta casi imposible capturar una fotografía de ellos. Los pocos registros en el país se circunscriben todos a Misiones, pero hasta entonces no había imágenes del animal.

 

Son zorros con una fisonomía muy particular. Parecen, más bien, perros pequeños, con patas, hocico y cola muy cortos -de allí su apodo de pitocos-. Su pelaje es de color pardo oscuro uniforme, con tintes dorados o amarillentos. Viven en grupos y aunque se sospecha que hay más de los que se ven, son extremadamente difíciles de observar y se sabe muy poco de sus costumbres y formas de vida.

 

«Este hallazgo realza el valor de conservación de este sitio, que está inmerso en un bloque de selva de unas 50 mil hectáreas en el centro del Corredor Verde. Hay mucha cacería y están avanzando los potreros para ganado y las plantaciones industriales de pino. Hay que frenarlas y ordenarlas, porque no hay áreas protegidas por el Estado», puntualizó Lodeiro Ocampo.

 

El hallazgo tuvo lugar en un área protegida selvática de unas 321 hectáreas, que se encuentra ubicada sobre el arroyo Piray Guazú, uno de los más importantes del interior misionero. Allí convive la más variada y compleja fauna del país: yaguaretés, pumas, tapires, carpinchos, lobitos de río, las dos especies de pecaríes y la ave amenazada yacutinga. A su vez, se cree que también pueden habitar algunas de las últimas harpías, el águila más poderosa del planeta.

 

 

PE

 

 

 

Fuente: Agencia Télam e Infobae

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