Según el joven, lo despertó un crujido. «El ruido, supongo, fue el que produjeron los dientes raspando contra el cráneo mientras mordía», contó.
En ese lugar, al aire libre a la orilla del lago, descansaba Dylan junto a otros miembros de la Iglesia de los Adventistas del Séptimo Día, cuando lo despertó un «crujido» a las 4 de la mañana.
«El ruido, supongo, fue el que produjeron los dientes raspando contra el cráneo mientras mordía», afirmó el muchacho al medio local Denver7.
«Me agarró, me mordió la cabeza y me arrastró. Se me hizo eterno», contó el muchacho, quien añadió que cuatro compañeros comenzaron a gritar y lograron asustar al animal, que lo soltó y se fue por su cuenta.
Según Dylan, no es un inexperto en la vida silvestre ya que su tarea es enseñar supervivencia en entornos salvajes a los niños que viajan al campamento.
«No tengo miedo a los osos, no tengo miedo de dormir fuera, sólo tenés que ser cosnciente y respetar a los animales», advirtió.
Luego del ataque del oso, el joven fue trasladado a un hospital y ya fue dado de alta tras permanecer en observación.
Funcionarios de parques y vida silvestre de la zona señalaron que el oso es «peligroso» y alertaron a los visitantes que sean más precavidos de lo habitual.