Tiene nueve años y se escapó de sus secuestradores

Ocurrió en la localidad salteña de Salvador Mazza. La nena  aprovechó un descuido.

Tiene tan sólo nueve años y vivió para contarlo. Una mujer relató el intento de secuestro que sufrió su pequeña hija en la localidad salteña de Salvador Mazza, cuando dos hombres la subieron a un auto, del que luego escapó aprovechando un descuido de los delincuentes.
«Estábamos todos en la casa de mi mamá, almorzando, los hermanos, sobrinos… Mi nena salió a la vereda a jugar, se distrajo con unos perritos y así se fue hasta la esquina. Ahí llegó un vehículo, un hombre se bajó, la alzó y la subió a la parte de atrás. Así se la llevaron», contó alarmada y afligida la madre de la niña de 9 años, de Profesor Salvador Mazza, que fue secuestrada y pudo zafar de sus captores.

Cuando regresó a su casa, la nena apenas podía hablar. Las palabras se mezclaban con su llanto y eran casi inentendibles por su respiración entrecortada. El paso de los minutos y el lento retorno de la calma le permitieron reconstruir lo que había vivido ese mediodía.

Según lo que le contó a su mamá, desde que el hombre la subió al auto, ella lloró y pidió a los gritos que la dejaran bajar para volver a la casa de su abuela. Ella iba sola en el asiento de atrás, mientras que en la parte delantera de la cabina estaban dos hombres (conductor y acompañante).

«La hicieron recorrer varias cuadras; fueron más o menos unas diez. Al llegar a una calle, que es doble mano, el conductor prácticamente paró para darle paso a otro vehículo y es ahí que ella aprovechó para bajarse y empezó a correr con todas sus fuerzas para alejarse del auto», contó la mamá.
Desesperación
La nena corrió hasta llegar a la oficina de seguros donde trabaja la madre, pero que en ese momento de la siesta estaba cerrada. El lugar queda al frente de la plaza principal de Salvador Mazza, así que ella cruzó la calle y comenzó a caminar por las veredas de ese paseo.

«Ella seguía llorando, nos dijo que varios vehículos pasaron y que en un momento un remís se paró, el pasajero se bajó y le habló, le preguntó qué le pasaba, si se había golpeado, si estaba perdida. Ella seguía llorando. Él le preguntó de quién era hija y ella pudo decir mi nombre. ‘La que trabaja en el seguro; vamos yo conozco tu casa’, le dijo él y ella, en la desesperación se subió al remise con él. A los pocos minutos Oscar Ramírez golpeó la puerta de la casa de mi mamá y nos entregó a la nena«, contó la mujer al diario El Tribuno.

Después de superar el estado de shock en el que llegó a su casa, la niña pudo reconstruir escuetamente lo que ahora las fuerzas de seguridad investigan en Salvador Mazza. Sobre los dos captores «dijo que no los conoce y que no podía entender lo que hablaban, como si hablaran otro idioma, pero eso que ella escuchaba puede estar distorsionado por el estado en el que estaba y porque a todo momento lloraba y gritaba que la bajen«, explicó su mamá.

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