“Está demostrado que las vacunas son altamente beneficiosas”, aseguran sobre la propuesta de que no sean obligatorias

El diputado provincial y médico pediatra, Carlos Báez, hizo referencia al proyecto que busca que dejen de ser obligatorias las vacunas. “Me parece una falta de conciencia”, dijo y afirmó que está científicamente demostrado que las vacunas son totalmente beneficiosas. “Esto se suele ver cuando se prima el dinero por sobre la salud de la población”, opinó sobre el proyecto.

Carlos Báez. Radio Libertad.
Señaló que hay enfermedades que no están gracias a las vacunas. Señaló que desde que apareció la vacuna contra el neumococo, por ejemplo, han desaparecido completamente después del uso de las vacunas.
Asimismo hizo referencia a la estadística de la Organización Mundial de la Salud, disminuyeron las muertes de niños por las vacunas. Antes de la aparición de las vacunas la mitad de los niños se morían en los primeros años, hoy en día el 4 por ciento.
La autora de la iniciativa, que ahora giró a la Comisión de Acción Social y Salud Pública, es diputada de Unión Pro Paula Urroz.
La iniciativa propone que tanto quienes deban vacunarse como los adultos responsables de un menor reciban información sobre los posibles riesgos que la inoculación de las vacunas implica y puedan aceptar o no ese acto médico.
En su artículo 1, el citado proyecto propone que «las personas que sean pasibles de vacunación obligatoria u opcional y quienes sean responsables por la vacuna que reciba un menor a su cargo deberán recibir previamente una información fehaciente acerca de los riesgos que la inoculación de la vacuna en cuestión implica, posibilitando la aceptación o no aceptación de ese acto médico, en cumplimiento del derecho al consentimiento informado establecido en el Capítulo III de la Ley 26.529″.

Asimismo, la iniciativa establece que «en los lugares públicos y privados donde se suministren vacunas de cualquier tipo deberá exhibirse de forma visible un cuadro informativo donde se advierta sobre las contraindicaciones para la aplicación de las vacunas».

Y aclara que «en caso de presentarse efectos adversos de cualquier naturaleza, el damnificado o sus representantes legales tendrán la obligación de denunciarlos ante la Secretaría de Salud».

Entre los fundamentos de su proyecto, Urroz establece que «las vacunas contienen componentes de naturaleza tóxica (aluminio, mercurio, polisorbatos, formaldehído, etc.) y biológicos (virus y bacterias muertas o atenuadas, restos de ADN de células de cultivo humanas y animales) que conllevan un riesgo, constatado en los hechos, de muerte, enfermedad aguda o crónica de variada naturaleza, a lo que hay que añadir la modificación del patrimonio genético».

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