Centrales sindicales realizarán la segunda huelga contra Temer y la reforma laboral

Las centrales sindicales brasileñas realizarán este viernes la segunda huelga con manifestaciones de protesta contra las reformas económicas del gobierno y para pedir la renuncia del presidente Michel Temer, quien apuesta a aprobar la flexibilización laboral en las próximas dos semanas.

En este con texto, el Supremo Tribunal Federal, la máxima corte de Brasil, envió al Congreso la denuncia por corrupción contra el presidente Michel Temer, con lo que la Cámara de Diputados inició el trámite para decidir en una votación si procesa o no al mandatario.

La segunda huelga general convocada contra Temer -luego de la paralización considerada la mayor de la historia del 28 de abril pasado- promete tener menos impacto, sobre todo porque a ella no adhirieron dos centrales sindicales de centroderecha, Fuerza Sindical y UGT, con diputados de la base oficialista del gobierno aunque críticos con la reforma laboral.

En San Pablo y Rio de Janeiro se esperan manifestaciones en la noche de este viernes contra una reforma laboral que, pese a la denuncia contra Temer por corrupción, parece tener “vida propia”, ya que fue elevada anoche al plenario del Senado tras pasar por 11 votos contra 8 en la Comisión de Constitución y Justicia.

El Partido del Movimiento de la Democracia del Brasil (PMDB) de Temer sufrió la baja de un crítico de la reforma, el jefe de su bloque, Renán Calheiros, quien se alineó a las centrales sindicales y abrió una nueva crisis.

Calheiros acusó al presidente de ser gobernado desde la prisión por el ex diputado Eduardo Cunha, mentor del impeachment a Dilma Rousseff el año pasado que permitió el ascenso del vicepresidente.

Rousseff postuló, por Twitter, que el Supremo Tribunal Federal debe “reanalizar” el impeachment por tratarse de una trama de Cunha para poner a Temer en su lugar.

El análisis que la Cámara de Diputados hará de la denuncia de Temer llevó al mandatario a renunciar a participar de la cumbre del G-20 la próxima semana en Alemania, según dijo a Télam un vocero del gobierno.

En tanto, los sindicatos esperan que la huelga pueda torcer algunas decisiones de senadores a favor de la reforma.

“La reforma laboral que lleva adelante el gobierno convierte el trabajo en precario, con pérdida de derechos. Es inadmisible que un presidente se quiera mantener en el poder aprobando la agenda patronal, sobre todo porque no tiene legitimidad ni moral y es el primer presidente en ejercicio denunciado por corrupción”, dijo Vagner Freitas, de la Central Unica de Trabajadores (CUT).

La ley laboral va a modificar, sobre todo, la negociación: permitirá que sin los sindicatos las patronales acuerden salarios con los empleados, con lo cual para la justicia lo pactado tendrá mayor valor que lo estipulado en las leyes.

“Corremos el riesgo de volver a condiciones similares a la esclavitud”, advirtió la semana pasada el ex sindicalista y ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT).

La mirada, de todos modos, está puesta en el fiscal general, quien la semana próxima puede enviar otras dos denuncias contra Temer que deberán ser evaluadas por la Cámara de Diputados.

Por lo pronto, hoy ingresó la primera, por corrupción: la presidenta del máximo tribunal, Carmen Lucia Antunes, envió la denuncia penal del fiscal que consideró a Temer destinatario del soborno que la empresa JBS negoció y pagó al hoy detenido ex asesor presidencial Rodrigo Rocha Loures, quien fue grabado pidiendo coimas para él y el actual mandatario.

Temer calificó de «infamia» la acusación y abrió una disputa con el fiscal general.

Precisamente, Temer anoche eligió a una «opositora» dentro del Ministerio Público, Raquel Dodge, como futura jefa de los fiscales de Brasil, ya que el mandato de Janot, el acusador, vence en septiembre.

El envío de la denuncia a la Cámara de Diputados ahora debe seguir una serie de ritos que pueden demorar apenas una semana o tres meses.

La denuncia debe tratarse en la Comisión de Constitución y Justicia, donde un parlamentario instructor recomendará acatarla o archivarla. Luego, pasará al recinto, donde para ser aceptada son necesarios dos tercios de los votos.

En caso de ser aceptada, Temer deberá apartarse del cargo por 180 días y asumirá el cargo el presidente de Diputados, Rodrigo Maia.

Las reformas -incluida la previsional- tendrán curso en caso de que Temer renuncie, según admitió el presidente del Banco Central, Ilan Goldfjan, intentando dar confianza en la agenda de ajuste a los inversores.

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