Crimen de Selene, el juicio: «No soy un asesino, yo a la beba había aprendido a quererla», sostuvo Lovera

Rolando «Rolo» Emilio Lovera (30) siempre estuvo con la mirada clavada en su ex mujer cuando ella declaró ante el Tribunal Penal de Oberá que había sido él el responsable de la muerte de su hija Selene Aylén, un crimen que sucedió el 29 de enero de 2015.
Cuando los jueces Lilia Avendaño, Francisco Aguirre y José Pablo Rivero lo llamaron a indagatoria, accedió. Refutó la versión de Victoria Aguirre y a su vez apuntó a ella como la homicida de la nena de dos años y  cuatro meses, que sufría incapacidad motriz y retraso madurativo.

A lo largo de la primera audiencia, en varias ocasiones el Tribunal debió advertir a los presentes que mantuvieran silencio, ya que referentes de distintas organizaciones de lucha contra de violencia de género que apoyan a la sospechosa reprobaron preguntas que la creían perjudicar.

La defensa de Lovera, a cargo de Raúl Moreyra, pidió que se incorporaran al juicio como pruebas declaraciones testimoniales de Aguirre y Lovera y también una serie de fotos de días previos al crimen. Ambas solicitudes fueron rechazadas.

«Conocí a Victoria cuando trabajaba en la empresa Capital del Monte. Primero fue una relación superficial, sin compromiso», relató.

«Ella me contó que sus padres la despreciaban», remarcó.

«No soy un asesino. Selene era una criatura maravillosa y aprendí a quererla. Tengo cinco hijos y jamás haría eso», dijo de entrada.

«Tampoco la obligué a tener relaciones sexuales ni la tuve cautiva, aclaró.

Según él, el día del hecho fue a trabajar a la arenera Simons a las 18.10. «Esa noche Victoria fue allá por su voluntad», indicó.
Evocó que el día del crimen estaba fresco y llovía: «En determinado momento, como lloraba, la saqué a caminar por el depósito. Después la dejé. Fue la última vez que la vi con vida».
Dijo que después de una recorrida por el predio, «encuentro a Victoria y me dice  ‘dónde está Selene’, pese a que veía que no estaba conmigo. Después la encuentra acostada. Me manifiesta que se quería ir y llamamos un remís para ir a casa. Ella y la nena fueron en el auto y yo en la moto de un compañero».

«Yo llegué primero y después aparece el remís. Victoria bajó y entró. Yo quedo hablando con el remisero y cuando ingreso, escucho los gritos de ella. Ahí me dice que Selene no respiraba. En la moto las llevé al hospital», narró.

«En el hospital dijeron que la nena había fallecido. Me acerqué a ella y le toqué los pies y el cabello. Veo entonces una mancha de sangre en la cabeza», agregó.

Lovera añadió que interrogó a Victoria por la lesión y ella le explicó que «Selene se le había caído al intentar reanimarla».

«El trato de ella con Selene no era normal», consideró y deslizó que la chica le tenía poca paciencia a la criatura. Y afirmó que notó signos de golpes en la beba. «Me dijo que esas lesiones eran normales en una persona que convulsionaba», señaló.

«En una ocasión la nena tenía un chichón y Victoria me dijo que una computadora de esas que regalan en las escuelas le había caído en la cabeza», precisó.

Admitió que el 27 de enero, llevaron a Selene al Samic por una supuesta mordedura de gato. «Quisieron dejarla internada, porque dijeron que no era eso lo que tenía en la mano, sino como algo como una quemadura. Ahí Victoria de puso nerviosa. Yo le dije a la doctora que era una mordedura, pero no la amenacé. Tal vez pensó eso por el tono que utilicé», aclaró para desligarse de la supuesta intimidación  que Victoria jura el hombre le hizo a la médica.
Lovera le dijo al Tribunal que jamás golpeó a la chiquita.

 

El lunes empezarán a declarar los 34 testigos citados por los jueces.

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