Buscan evitar la exposición de los más jóvenes a estos dispositivos que – aseguran – pueden alterarlos. La iniciativa lo promueve el grupo Parents Against Underage Smartphones (PAUS), formado en la ciudad de Denver, Colorado, en Estados Unidos.
PAUS, a través de su fundador, el Dr. Tim Farnum, argumenta que la intención de esta iniciativa es evitar la exposición de los más jóvenes a estos dispositivos que pueden alterarlos.
«Al final los niños conseguirán sus teléfonos y se unirán al mundo, creo que todos sabemos eso, pero no hay nada bueno para los niños con ello. Conseguirán su smartphone, se encerrarán en su habitación y cambiarán su comportamiento», aseguró.
El documento de la iniciativa señala que los vendedores deberán preguntar directamente la edad de la persona que operará el smartphone, imponiendo multas de entre USD $500 y USD $20.000 a quien rompa la ley.
Por el momento, la medida no está avanzada y sus propulsores están recolectando las 300 mil firmas necesarias para pasar a ser votada por el poder legislativo. (Clarín)