Como si fuera un fiel seguidor de los pasos de Ricardo Centurión, el misionero Nicolás Benegas ya con un puñado de partidos en la Primera de Boca y con un campeonato entero jugando para Quilmes, se vio envuelto en un escándalo al regresar a Misiones, a Eldorado precisamente de donde es oriundo. El sábado la Policía lo detuvo por dar positivo en un control cuando transitaba en la noche al mando de un vehículo con 1,09 de alcohol en sangre.
Quilmes se transformó en el tercer equipo que perdió la categoría en el torneo de Primera División, luego de decretarse la suerte de Sarmiento de Junín y Atlético de Rafaela sin siquiera poder jugar sus compromisos. El Cervecero, que estaba obligado a ganar para continuar con expectativas, empató 1-1 con la Crema en condición de visitante y sentenció su suerte: jugará la próxima temporada en la segunda categoría del fútbol argentino.
A esto se sumó que el misionero, que integró ese plantel del Cervecero, tuvo la mala fortuna de ser detectado por uniformados que hacían controles en inmediaciones a los boliches de la capital del Trabajo. La mala noticia tomó repercusión en Eldorado cuando se supo que uno de los cuatro controles positivos era el caso de Nicolás Benegas. El centrodelantero de 21 años con proyección en el fútbol Xeneize debe regresar al club de La Rivera pero no fue un buen primer paso este hecho que de algún modo tiene similitudes al de otros jugadores del club, como Centurión que hace poco fue denunciado por violencia de género pero en otras oportunidades incluso chocó estando alcoholizado.
Con dos goles de Nico Benegas, Quilmes venció al campeón uruguayo
