En el mundo se avanza hacia la responsabilidad extendida al productor para la gestión de los residuos electrónicos

El director de Ecogestionar SRL, Gustavo Fernández Protomastro, biólogo y especialista en Gestión Ambiental dictó una conferencia magistral este sábado en Posadas sobre el escenario de los Residuos Electrónicos en el mundo y en la Argentina, las tecnologías y prácticas de reciclaje para cuidar el ambiente y cómo darle un valor a estos residuos por medio de una economía inversa, además de marcar su visión sobre esta problemática ambiental para la Región NEA.

 

En una entrevista con ArgentinaForestal.com  se refirió a cómo ganar valor, bajar la contaminación y reducir la brecha digital frente al escenario actual y marcó su opinión sobre el único proyecto de Ley de autoría del senador nacional Juan Manuel Abal Medina que tiene estado parlamentario y está a la espera de su tratamiento en la Comisión de Ambiente y Desarrollo Humano (Expte. S-104/17) en el Congreso Nacional. Se trata de una iniciativa que contiene los puntos principales para una Ley Nac. de Presupuestos Mínimos de Gestión Integral de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos, y sus alcances fueron expuestos en detalle por el Lic. Pablo Mesa, biólogo y miembro del equipo técnico del legislador, quien también participó del encuentro que se llevó a cabo el sábado 10 de junio, en el marco del 2do Seminario de Gestión, Valorización y Desafíos para los Residuos Electrónicos.

 

“Hace 15 años estoy trabajando en el tema de los residuos electrónicos, y hace 8 años que intentamos avanzar con una ley en la Argentina para una mejor gestión de los residuos electrónicos, con la premisa del concepto de Responsabilidad Individual Extendida al Productor para el reciclaje de los residuos futuros y, además, para poder asegurar que todos los costos que genera la logística de los RAEE sean absorbidos dentro del costo de los productos colocados en el mercado. Este concepto ya se aplica en varios países del mundo como Suiza, Corea o Alemania, y lo que busca es que la empresa, productor, fabricante o comercializador, se haga cargo legal y financieramente del tratamiento que estos equipos necesitan cuando llegan al fin de su vida útil”, explicó Protomastro, aclarando que cada segmento de la cadena tendrá una responsabilidad individual según su participación sobre estos equipos electrónicos.

 

A nivel nacional no existe aún una legislación específica para estos residuos. En función del origen, los domiciliarios se rigen bajo la Ley 25.688 y los industriales bajo la Ley 25.612. En función de sus características y composición: los Peligrosos se enmarcan bajo la Ley 24.051. «Hay una zona gris, que ocupan los residuos especiales de generación universal residuos peligrosos domésticos», indicó.

A nivel regional está vigente un acuerdo sobre Política Mercosur de Gestión de Residuos Especiales de Generación Universal y Responsabilidad Post-Consumo.

 

El profesional consideró que Misiones es una de las pocas provincias -después de Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe- que está consciente sobre la problemática de los residuos electrónicos  y valoró la oportunidad de dar visualización a la necesidad de avanzar en una Ley Nacional con la organización de la campaña de comunicación anual que se impulsa desde el medio periodístico misionero. “Hay que hablar sobre el tema para marcar el camino necesario a construir en el país para una solución en la gestión de los residuos electrónicos. Recorriendo la ciudad de Posadas, la Costanera y el centro,  nos encontramos con una ciudad limpia para los parámetros que estamos acostumbrados en la Argentina, diría que es una de la más limpias del país. Y una ventaja de la Provincia  es que trabaja con el Grupo Veolia, de Francia, es decir que AESA Misiones no es cualquier empresa, sino una de las dos mayores empresas del mundo en la gestión integral de residuos urbanos. Ellos (Veolia) saben lo que hacen, tienen capacidad, tienen tecnología, tienen un buen nombre y lo quieren mantener. Esto es lo bueno de trabajar con los números uno, y es un detalle que lo deben tener en cuenta los misioneros”, reflexionó el experto al iniciar su conferencia.

 

El planeta está exigiendo a la humanidad mayor mesura sobre la explotación de los recursos naturales. La generación mundial de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), alcanza los 46 millones de toneladas anuales. En América Latina se produce 4 millones de toneladas año. “Al 2018 se estima que se generarán 50 millones de toneladas en el mundo”, indicó Protomastro.

 

En un hogar argentino tipo (4 personas) se pueden contabilizar más de 40 aparatos o dispositivos eléctricos y/o electrónicos: entre línea blanca, electrodomésticos, televisores, equipos de audio o de video, juguetes, equipos de iluminación, herramientas, aparatos de salud o deporte, pilas, baterías, etcétera. “Todos ellos pesan unos 380 kg, y se desechan más de 32 kg por año en un hogar tipo (8 kg hab/año), casi el 2,6 % de los residuos sólidos urbanos son RAEE (8 kg de RAEE frente a 300 kg de Residuos Sólidos Urbano/hab/año)”, detalló el especialista.

 

 

Hacia una economía circular

 

Uno de los electrónicos más usado es el teléfono celular, pero…¿Cuánto le pesa al planeta un teléfono celular? “Son unos 44,4 kilos, ya que para producirlo hay que explotar minerales como el oro, en una minera que demanda agua cianurada para despegar el agua de la roca, para lo cual se ocupan millones de litros de agua. Después tiene una logística para su fabricación, exportación, comercialización, hasta terminar enterrado un relleno sanitario, por ejemplo, en Posadas”, explicó Protomastro.

 

“Todo esto es parte de una economía lineal, que ya no va más, ahora el mundo avanza hacia un nuevo concepto que es la economía circular, que viene a ser la gestión de los residuos electrónicos, donde se debe recuperar y reutilizar de un teléfono celular, por ejemplo, sus componentes, como el oro, plata, cobre, aluminio, hierro, paladio, plástico, cobalto, litio, plomo o las baterías que están en el equipo del teléfono. También hay que reciclar los electrodomésticos, por los contaminantes que tiene, por ejemplo, una heladera. O de la industria de celulosa y papel, hay que reciclar el papel que hoy se fabrica de diferentes tipos, de manera de evitar la contaminación ambiental”, graficó Protomastro.

 

En ese contexto, recalcó que “no va más enterrar electrónicos, hay que separar estos equipos de los residuos urbano, hay que ir hacia la gestión integral de los RAEE, como también esto vale para la industria de los  automóviles y talleres mecánicos, agroquímicos, petróleo, etc. Todos deberán colaborar en una mejor gestión de los desechos”, aseveró.

 

No sólo China enfrenta un gran problema de acumulación de rezagos electrónicos. En los vecindarios de Latinoamérica hay cientos de familias que ya viven de obtener valor, a veces a cualquier precio, del e-scrap o rezagos.

 

En su conferencia, Protomastro compartió imágenes y un impactante video editado por Greenpeace donde se expone la problemática. “Una experiencia, fue el caso de familias de cartoneros argentinos desmontando validadoras de tarjetas de crédito: retiraron del basural las Posnet, recuperando plásticos y cables con cobre, y tirando a la basura placas y baterías, sin saber ellos que allí estaba el mayor valor económico. Las placas y baterías son materiales que hoy no se tiene en el país, hay que exportar. Por eso, es importante el conocimiento del mercado, de la valoración que cada componente tiene y de la conexión entre la cadena de valor”, acotó el especialista.

 

En un mundo de recursos naturales limitados y población en aumento, más un consumo creciente, el reciclaje ya forma parte de la economía. Hay un gran volumen de equipos que se comercializan que ya provienen del mercado del reciclaje en EEUU, Unión Europea, Asia o Rusia.

 

Según el Servicio de Geosciencias de EEUU, si se mantiene el ritmo de consumo de la década del ’90, durante éste siglo se acabarán el cobre y otros metales imprescindibles para la vida moderna, por ello se han disparado los precios de estos metales, junto al petróleo”, indicó Protomastro.

 

Logística, el mayor costo

 

Pero desarrollar la gestión de RAEE tiene un costo, por ello es el principal punto del proceso a resolver, ya que el desafío es avanzar en la logística reversa y por ello el camino es lograr involucrar en la “Responsabilidad Extendida al Productor” a los principales fabricantes, productores y distribuidoras de equipos (SAMSUNG, LG, BGH, APPLE, empresas de comunicaciones y electrónica, Whirlpool, Fravega, Garbarino, etcétera) que tendrán que involucrarse en el costo e incluir la logística reversa.

 

“Por ejemplo, se intentó en el reciclado realizar una gestión de heladeras usadas de planes canje. Pero el problema fue el alto volumen de los equipos y el bajo valor de recupero. Se requieren vehículos especiales con dispositivo para levantar cargas en Municipios (costo de fabricante o municipio). Por ello, es imprescindible la optimización de la carga para bajar costos logísticos y transporte a la planta de reciclado o relleno sanitario”, explicó el consultor.

 

“Las cadenas comerciales nunca pierden con esto, ya que básicamente su negocio es la distribución de los productos. Por lo tanto, deberán ir aprendiendo del proceso de reciclaje, ya que hay que descontaminar todo ante de reciclar, hay que disponer de las mejoras en el ingreso de los RAEE, acopio transitorio, desmontaje, segregación de materiales y acondicionamiento para su valorización y/o tratamiento en una planta de minería urbana, que requiere de un proceso bastante simple. Esto es generación de empleo, es oficio ya que el trabajo de desguace es un trabajo manual”, precisó Protomastro.

 

Finalmente, sostuvo que en el proceso de reciclaje hay un resto que es “basura” que no se reutiliza, que hay que compactar. “Esto también demanda un proceso de separación, todo mezclado no sirve, la clasificación de los materiales es la clave para una mejor valorización y destino final. Pero también ésta gestión necesita del conocimiento del mercado, a dónde irán a destinarse esos  materiales y saber dónde está el valor del mercado, todo es una curva de aprendizaje, pero cuando tiene una escala industrial la gestión de una empresa, cooperativa, o municipio se logra cercar el círculo y se optimiza de manera sustentable los RAEE”, aseveró el profesional.

 

“Esto ya funciona en el mundo, genera trabajo y un nuevo mercado, pero en la Argentina aún es materia pendiente. Hay que avanzar hacia un marco normativo con el concepto de responsabilidad extendida al productor, que todos participen del esquema de gestión post- consumo. Es necesaria una Ley de Presupuestos Mínimos para la gestión de los RAEE, de manera que de soporte, estructura, recursos y un escenario para inversiones”, concluyó.

 

Protomastro es autor del Manual de Buenas Prácticas en la Gestión de RAEE desarrollado con la Unión Europea y Mercosur y del Libro Minería Urbana y la Gestión de Residuos Electrónicos.

 

 

Por Patricia Escobar 

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