Salta: Fue al boliche, lo golpearon, agonizó varios días y murió

En J. V. González nadie habla de lo sucedido en Samsara el 28 de mayo, a la madrugada.El muchacho era de Córdoba y estaba en Salta por trabajo. Falleció en el hospital el 6 de junio.

Se llamaba Claudio Alejandro Berón. Hace un tiempo había llegado a Joaquín V. González, a trabajar. Él era de Córdoba. En la madrugada del 28 de mayo lo golpearon en el boliche al que había ido a bailar y diez días después falleció. Del hecho, prácticamente, no se habla y la investigación es casi nula en una ciudad donde la Justicia es cuestionada.

Existen varias versiones sobre cómo ocurrió la brutal golpiza que le terminó costando la vida a Claudio Alejandro.

Aparentemente, el sábado 27 de mayo fue a bailar al boliche Samsara, que irónicamente queda al frente de la Municipalidad y de la Policía, en a de las avenidas más transitadas e importantes de la ciudad.

En la madrugada del domingo, hubo una pelea adentro del boliche, aunque los motivos no están en claro hasta ahora. La disputa fue cambiando de lugar hasta llegar a la puerta de Samsara.

«Aparentemente fueron como once los que lo agarraron a golpes y patadas», le contó un chico que estuvo en el lugar a sus padres.

¿Quiénes participaron de la golpiza? Es una pregunta, al menos, con tres respuestas. Según una persona que también recibió el relato de alguien que estuvo en el lugar, lo golpearon «patovicas» del boliche; otros chicos dicen que esos muchachos trabajan como «RRPP» del local, vendiendo tarjetas, etc. Otra joven contó que habría sido un grupo de chicos, hijos de personas influyentes en Joaquín V. González.

La agresión

La reconstrucción más detallada que se conoce es la que relató una fuente: «Parece que hubo un chango que se puso a pelear con Berón; vino el hermano del primero y le pegó por atrás. Cuando Berón cae, entre todo el grupo lo golpean y le dan patadas». En medio de esa desigual pelea, «apareció una chica que le dijo a los amigos: «che, ya no le peguen más’. En ese instante, un muchacho del grupo le dio a Berón una fuerte patada en la cabeza que en segundos le provocó una enorme hemorragia», agregó.

La disputa siguió en la vereda del boliche, donde el muchacho oriundo de Córdoba quedó tendido en el suelo hasta que lo rescató la ambulancia del Cuerpo de Bomberos y lo llevó al hospital Oscar H. Costas, de esa ciudad.

Allí ingresó como NN, ya que en esa ciudad anteña no tiene familia. Berón había llegado al departamento Anta para trabajar en la colocación de fibra óptica para antenas de telefonía.

En la guardia, los médicos lo atendieron, pero debido a la gravedad de su cuadro, dispusieron su traslado de inmediato al hospital San Bernardo.

El muchacho, cuya edad hasta ayer nadie supo decir, requería atención de alta complejidad.

En este punto otra vez se divide el relato sobre lo sucedido.

Algunos dijeron que Berón «no llegaba al San Bernardo, así que fue ingresado al hospital de General Gemes», versión que fue ratificada por una fuente cercana a la Policía de Gemes.

Sin embargo, el deceso del cordobés habría ocurrido en el hospital público capitalino, aunque no está claro cómo llegó: si derivado desde Gemes o directamente desde J. V. González. Incluso los datos personales de la víctima fueron informados desde el San Bernardo al hospital de J. V. González.

Las pruebas

El silencio que rodea a la violenta agresión y posterior muerte de Berón es lo más llamativo.

«El chico no es de acá, por eso nadie dice nada, ni los medios hablan sobre lo que sucedió en el boliche. Dicen que al día siguiente de la pelea había un policía buscando testigos, pero si no hicieron una denuncia, todo esto va a quedar en la nada», sostuvo un vecino anteño.

En los días siguientes a lo sucedido en Samsara, habría circulado por los teléfonos celulares del grupo de amigos una fotografía con la gran mancha de sangre que dejó Berón en el suelo del boliche. La foto se habría filtrado, pero nadie pudo asegurar si llegó a manos de la Policía como una prueba.

Junto al boliche está el casino, en cuya vereda hay una cámara de seguridad. La Policía ya habría tomado la filmación de la madrugada del domingo 28.

La que hasta ahora estuvo ausente, dicen, es la Fiscalía Penal, a cargo de Gonzalo Gómez.

Un local bailable que tiene muchas cosas permitidas

Aunque está ubicado al frente de la Municipalidad y de la Policía, muchos coinciden en Joaquín V. González que el boliche “Samsara” goza de permisos que van más allá de las normas.
“En el boliche entran menores de edad, adentro venden bebidas con alcohol, y nadie les dice nada”, afirmó una mujer a la que su hija le relató sobre la golpiza que días atrás le costó la vida a Claudio Alejandro Berón.
Otro hombre consultado por El Tribuno ratificó sus palabras. “Es simple: al boliche van menores porque mi hijo, el más chico, tiene 16 años va a bailar a ese lugar, aunque él no toma”, afirmó.
También afirman que el local tiene permitido “cosas que a ningún otro negocio les permiten”. Y la queja se orienta principalmente a que los fines de semana, en la noche, “el boliche se apropia de la avenida Güemes para organizar el living de ‘la previa’, como ellos le dicen”.
En la vereda y la mitad del pavimento de la avenida, el negocio instala gazebos y sillones donde los jóvenes se juntan momentos antes de ingresar a bailar. Allí comienzan a beber, pocas veces a comer algo, antes de lanzarse a la fiesta en el interior del boliche.

Vínculos
Según varios testigos que pidieron reserva de su identidad, Samsara le pertenece a Raúl Alvarado (foto), “aunque él nunca aparece en los papeles, sino que siempre pone a otra persona como titular del boliche. Alvarado tiene conexiones con quienes manejan la Policía y la Justicia en J. V. González”.
Por estos vínculos, “nadie habla de lo que le sucedió a Berón ni tampoco se controla Samsara, cuando al otro boliche que hay aquí le viven haciendo controles y clausuras”.
También dijeron que existe un fuerte vínculo entre Alvarado y el jefe de la Unidad Regional 5 de Policía, comisario mayor Daniel Coronel. A su vez, el empresario tendría una estrecha relación con el fiscal Gonzalo Gómez, hijo del senador Ángel Ernesto Gómez, y con el diputado Pedro Sández.

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