Rubén Ayala Ferreira: «Si no se tiene pasión por el periodismo, mejor dedicarse a otra cosa»

Con estas palabras Rubén Ayala Ferreira caracteriza el rol que desempeña como periodista. Es considerado uno de los primeros movileros radiales de la provincia de Misiones, además de haber trabajado 28 años en el diario decano de la misma, entre otros medios locales.  A sus 79 años continúa ejerciendo este oficio que lo formó como profesional. En una entrevista con Misiones Online recordó anécdotas, revivió los cambios, valores, el sentido de la vocación y parte de los hechos que marcaron más de 50 años de su trayectoria, sin olvidar de mencionar algunas de las personalidades que lo acompañaron en la profesión desde sus comienzos.

 

Cada 7 de junio se celebra en nuestro país el Día del Periodista, fecha que fue establecida en 1938 por el Primer Congreso Nacional de Periodistas celebrado en Córdoba, conmemorando el aniversario de la Gazeta de Buenos Ayres, el primer medio de prensa de la etapa independentista creado el 7 de junio de 1810 por Mariano Moreno. Para esta ocasión dialogamos con Rubén Ayala Ferreira, una de las personalidades pioneras del periodismo y la locución en Misiones.

 

Rubén nació el 3 de marzo de 1938 en Mbuyapey, Paraguay. Escapado de la prisión durante la dictadura en Paraguay, atravesando el río Apa, los saltos del Guairá, el Matto Grosso y la provincia de Misiones, comienza una trayectoria de cincuenta años con el periodismo en Misiones. Trabajó en distintos medios locales y plataformas informativas, pasando por radio, televisión y diario impreso. Hoy reconoce ser un apasionado por la radio. Desde sus comienzos fue reconocido como periodista deportivo por excelencia, pero los imponderables del oficio lo llevaron a cubrir hechos inesperados que marcaron su camino.

 

Condujo el primer programa de trasnoche de la radiofonía de la ciudad capital con Carlos Alberto «Cacho» Gonzales en LT4, fue el primer movilero de Posadas junto a Nuñez Miñana en LT17 Radio Provincia de Misiones. Escribió junto a Juan Carlos Lucero, García Coni y otros la sección deportiva de El Territorio desde 1966 hasta 1998, trabajó en Canal 12 desde 1973, de donde fue despedido en el año 1977 por la militancia política en su Paraguay natal, con Carlos Madelaire trabajó en la recordada Radio Parque, y hoy co-conduce «La Torre de Babel» en LT17.

 

¿Cómo comenzó su carrera profesional en el periodismo?

 

Cuando yo comencé mi tarea periodística, no existía la carrera de periodismo ni la UNaM ni el Montoya. Recién mucho tiempo después de haberse creado estos organismos, fueron creadas las carreras de Periodismo y Comunicación. Por tanto no estudié carreras de periodismo, hice periodismo por vocación. Es una profesión que la tomé como vocación como muchos otros que hacíamos periodismo en aquella época. Aunque en los últimos años todo se formalizó y… hay que estudiar.

 

En aquel entonces, ¿qué fue lo que lo acercó al oficio?

 

Yo nací en Paraguay, donde integré un movimiento guerrillero. Caí prisionero del gobierno de la dictadura de Alfredo Stroessner, estuve preso en el barrio paraguayo de Tacumbú, realicé trabajos forzados en la cantera de este lugar al lado de la prisión donde se encontraban los presos políticos. Después fuimos a una isla en el norte de Paraguay en el Río Paraguay, nos

 

escapamos de la prisión, caminamos dos días, fuimos al estado brasileño de Mato Grosso Del Sur, fuimos a San Paulo, Puerto Guayra, cruzamos el río Iguazú y llegamos a Posadas.

 

Desde que llegué a Posadas tengo que agradecer que nadie me haya dicho, – qué antecedes tenes vos- porque el único antecedente que tuve fue luchar contra la dictadura militar en mi país, hice todo lo posible para que la dictadura desaparezca de la faz de la tierra. Y acá laboralmente me abrieron las puertas sin ser recomendado de nadie porque no tenía quien me recomiende, pero me abrió las puertas el padre de Carlitos Madelaire, que por entonces era propietario de LT4 que se llamaba Radio Difusora de Misiones en 1961. En ese entonces, llegó un momento en que Carlitos me dijo,- vos vas a transmitir este gol de Racing-, en un programa que se llamaba Música y Deportes. Escuchábamos en onda corta, las radios que llegaban acá: Radio Splendid, Belgrano y El Mundo, con mucha descarga, y en esta radio pasábamos los goles y música que escuchábamos de Buenos Aires.

 

Entonces, ¿comenzó su vocación como periodista deportivo?

 

Exactamente. Comencé como periodista deportivo, relaté partidos de fútbol, un tiempo fui relator y Carlos Lucero comentarista. En ese entonces era Silvio Orlando Romero, otro histórico de la radiofonista misionera, el era relator y yo comentarista.

 

¿Y con el tiempo fue pasando a otras temáticas dentro del periodismo?

 

Después, en 1966 me incorporé al diario El Territorio en la sección de deportes, donde tuve como compañeros a Mario Christín, que era jefe de la sección de deportes y colaboró mucho conmigo, fue una especie de maestro al igual que Carlos Lucero (padre), también estuvieron Luis Simsolo y Carlos García Coni. Y cuando me incorporé a El Territorio, automáticamente con Carlos Lucero, nos incorporamos a la sección de deportes de Radio Provincia en el año 1976. En 1972 comenzó a funcionar Canal 12 que es del mismo organismo estatal y al mismo tiempo comencé a hacer periodismo deportivo en este canal. Y en 1977 cuando estaba el gobierno militar, con tres compañeros más nos dejaron cesantes, como yo ya había trabajado en LT4, me dejaron cesante en Canal 12 y en Radio Provincia, y a la semana siguiente me incorporé a LT4 donde estuve hasta 1983 cuando el concejal Cacho Barrios Arrechea quería que fuera concejal. Yo le dije que era periodista, que me gustaba la política pero no era ni quería ser político, pero que lo ayudaría difundiendo sus actividades desde lo periodístico. Finalmente ganó las elecciones y pasé a estar durante esos cuatro años en Casa de Gobierno y cuando terminó su mandato volví a El Territorio donde trabajé durante 28 años. En el año 2000 comencé el programa La Torre de Babel, por LT17 Radio Provincia donde continúo desde hace 17 años y es el mejor programa periodístico de la siesta misionera, no hay otro. (Comenta Rubén mientras sonríe).

 

¿Recuerda alguna experiencia, a lo largo de su carrera, que lo haya marcado?

 

Sí. En una época determinada, en la década del 70, yo en Canal 12 hacía solamente deportes y se hundió la lancha Pirizal. El que hacía el noticiero del Canal 2 de Posadas, de la familia Bonetti, era Oscar Edelman, entonces me pide que lo ayude porque no daba más abasto porque había cadáveres por todos lados. Entonces me fui a cubrir la recuperación de los cadáveres que se encontraban en la costa del río junto a la lancha Pirizal, donde me encontré con más de treinta víctimas fatales que fuimos encontrando un día después, dos días después, tres días después… y pasaban los helicópteros sobre la ciudad con los cadáveres colgados y los depositaban en la costa del río en lo que era la Prefectura Naval Argentina, muy cerca del antiguo puerto de Posadas.

 

Otro hecho que me marcó fue en el año 1966, cuando se había jugado el mundial de fútbol de Inglaterra en el que mucha gente recuerda que fue expulsado el capitán de la selección argentina Antonio Ubaldo Rattín, cuando jugaban Argentina e Inglaterra. Y para ese mundial me habían ofrecido transmitir los partidos y venía la información en inglés, yo no podía escuchar porque no comprendía, entonces tenía que relatar lo que veía.

 

Por otra parte, hasta el día de hoy conservo la grabación del primer partido por puntos que había jugado Guaraní Antonio Franco con Boca Juniors en el mes de noviembre del año 1971 como campeonato nacional y lo transmití para Radio Provincia, para LT13 Radio Oberá, para LT18 Radio Eldorado y para ZP5 Radio Encarnación.

 

¿Después de tantos años de trayectoria, cómo ve al periodismo hoy?

 

Yo siempre le digo a los jóvenes: veo que muchos estudian y tienen la vocación. Si no se tiene pasión por el periodismo, mejor dedicarse a otra cosa. El periodismo es una pasión. Los que hacemos deportes siempre tuvimos trabajo sábado a la tarde, domingo todo el día, trabajamos muchas horas sin descanso, pero esa era nuestra pasión y nuestra vocación. Si no se tiene esa pasión y esa vocación, por más que uno haya estudiado la cantidad de años que haya estudiado, no se puede ser periodista. Y más allá del deporte, en materia de información general, que es lo que hago actualmente, uno trata a estas alturas de ser lo más fiel posible al oyente. Mi patrón no es el que me paga el sueldo, mi patrón es el oyente y a ese oyente yo tengo que cumplirle, no le puedo fallar. Tengo más de 50 años de periodismo y no le puedo decir una cosa por otra porque le convendrá a no sé quien, así que, con la frase que utilizo siempre: si alguien o un gobierno hizo algo bien, elogiarlo. Si un gobierno o alguien hizo algo mal, criticarlo, así de sencillo. No falseando la verdad.

 

Entrando a este terreno, ¿cuáles son los valores que debería tener y conservar un periodista?

 

En principio respetar al oyente diciéndole la verdad y respetar la opinión del oyente también. No se puede encasillar al oyente que piensa exactamente igual a lo que uno está pensando. Es la diversidad de opiniones y la pluralidad lo que hace a la democracia porque si uno espera a que todo el mundo piense como uno, está basándose en una dictadura. Otra forma de respetar al oyente es utilizado un lenguaje adecuado, sin agresiones, sin términos chabacanos… Uno tiene que ser responsable de transmitir con pulcritud el uso de la palabra.

 

¿Cuáles son los consejos que le daría a los nuevos profesionales?

 

Yo comencé en radio, no cobrando y sé que ahora hay muchos jóvenes que no cobran. Que trabajan, y no cobran. Muchos también tienen el espacio, pero deben conseguir auspiciantes. Uno se vuelve esclavo del auspiciante. Si conseguiste de alguna empresa estatal que te pague el espacio, y si esa empresa hizo mal las cosas? si te paga el espacio, vos te tenes que callar la boca y el chico que empieza no está cobrando el sueldo que le corresponde como periodista, sino lo que consiguió como agente de publicidad en una casa comercial o en una empresa estatal o donde quiera que sea. En ese sentido hay que tener una vocación muy fuerte. El que quiere hacerse millonario siendo periodista, está muy equivocado, pero se hace millonario en otros aspectos, haciendo uso de esa pasión y de esa vocación que tiene.

 

Para finalizar, Rubén recordó: «Cuando llegué a la Argentina, me sentí como en mi propio país, y me atrevería a decir, mejor que en mi propio país; allá me expulsaron, acá me abrieron las puertas».

 

 

AVD

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