Asesinato del sindicalista: ropa chamuscada y mancha de sangre donde tiraron el cuerpo

Pablo Sabino Achingo (57), el gremialista mercantil asesinado en Posadas, fue visto por última vez anoche, después del tradicional fútbol de los martes con conocidos en el club Villa Urquiza. Cuando salió de allí, llevó a un amigo hasta su casa. Ese allegado fue el último en verlo con vida.
La familia de la víctima no refirió que el hombre haya recibido amenazas ni que tuviera enemigo alguno.
Si bien con la autopsia se determinará fehacientemente las causas del deceso, trascendió que no fue por las quemaduras que sufrió Achingo. En la esquina de la chacra 127 y 82 de la chacra 130, donde tiraron el cadáver, quedaron restos chamuscados de su ropa y una importante mancha de sangre, lo que da indicios de una o más heridas penetrantes.
Los investigadores trabajan en determinar la secuencia entre el asesinato y el incendio del auto del secretario adjunto del Centro de Empleados de Comercio. Los resultados de la necropsia aportarán información clave en ese sentido. Entre el lugar donde apareció el cuerpo y el sitio donde incendiaron el Renault Fluence hay alrededor de dos kilómetros.
¿Por qué eligieron las inmediaciones de la iglesia Santa Rita para deshacerse del cadáver? Probablemente por la oscuridad reinante.

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