Nutrición: Los niños en Argentina comienzan con malos hábitos alimentarios antes de los 3 años

El momento en que los niños comienzan a incorporar alimentos, y gradualmente van dejando la lactancia, es clave para su desarrollo, porque es el proceso en el cual incorporan los patrones alimentarios que los van a acompañar por el resto de su vida. Precisamente por eso, el Centro de Estudios Sobre Nutrición Infantil (CESNI) realizó el primer estudio sobre alimentación temprana en la Argentina. Y llegó a una conclusión alarmante: cuatro de cada 10 chicos de entre 6 meses y 3 años tienen un estilo de alimentación poco saludable.

El trabajo, denominado “Estudio de Alimentación en la Infancia Temprana”, involucró a 498 chicos argentinos menores de 3 años pertenecientes a familias de la Ciudad de Buenos Aires, el Gran Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mendoza, y abarcó todos los niveles sociales. Se hizo un seguimiento exhaustivo de todo lo que comieron durante siete días. Y el trabajo concluyó que ya entre los 6 meses y el primer año de vida el 24% presenta un patrón alimentario en el que regularmente incorporan opciones poco saludables. Ese porcentaje sube drásticamente entre el año y los 2 años de edad, al 42%. Y entre los 2 y 3 años, alcanza el 55%.

Si analizamos este resultado, podemos pensar en varios aspectos relacionados a nuestra población y sus enfermedades actuales. Tenemos cifras alarmantes de enfermedades crónicas no transmisibles como obesidad, diabetes, hipertensión, síndrome metabólico, entre otras, y lo llamativo es que son cada vez más prevalente a edades tempranas. Justamente la alimentación de nuestros niños es clave para formar nuevos individuos con mejor calidad de alimentación y prevenir, de esta manera, todas las enfermedades en cuestión.

La etapa de la introducción de alimentos a la dieta del niño, es un periodo de suma importancia para el mismo, ya que comienza a descubrir sabores, texturas, colores, y formas nuevas en alimentos, ya que hasta los 6 meses debe recibir únicamente lactancia materna. La dieta de los chicos debe adecuarse a la edad, no es restrictiva en ningún caso. Pero hay ciertas pautas que se deben respetar, se deben ofrecer alimentos de buena calidad nutricional, no excederse en sodio, grasas y azucares, que son nutrientes que abundan en las galletitas dulces y saladas, snacks, golosinas, gaseosas y comida chatarra, los cuales sabemos que son, muchas veces, proporcionados a los niños como alimento principal o picoteos.

El rechazo inicial a los alimentos nuevos, especialmente a las verduras, es algo natural en el ser humano, proceso que puede ser revertido gracias a la insistencia y perseverancia por parte de los padres o encargados del niño. A veces es necesario probar hasta 11 veces dar un alimento a un niño hasta que lo acepta e incorpora a su dieta. Cabe destacar que para lograrlo se necesita de la paciencia y dedicación del adulto, pero más que todo, del ejemplo. El niño siempre tenderá a comer lo que comen sus padres.

Tomemos conciencia de la gravedad de los resultados de este estudio realizado en nuestro país. El cambio y la mejoría de esta problemática que nos afecta a todos, depende únicamente de nosotros.

Por la licenciada Romina Krauss – M.P. N° 147

 

 

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