Bodas de rubí del camino profesional
Tras 40 años de matriculado, el contador público nacional, Delio Varela tiene en su haber una innumerable cantidad de anécdotas, experiencia laboral y otras tantas historias para contar. Una de ellas y que vuelve a su memoria en el marco de la semana del Graduado en Ciencias Económicas ocurrió durante “el gobierno de facto, en el cual habiéndose decidido subvencionar a la provincia de Misiones con un fondo creado por ley 0,6%, asistimos a la Comisión de Asesoramiento Legislativo en Buenos Aires. Allí, preguntamos al oficial a cargo de la comisión de Energía qué necesitaba desde el punto de vista de antecedentes. Separando el dedo pulgar y el índice -unos 10 centímetros- nos dice: “así de papeles”. Por lo tanto volvimos, fotocopiamos “así de papeles”, redacté el proyecto y se sancionó una ley”, recordó.
Varela se recibió en la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), con un nutrido curriculum que refleja el desarrollo de su profesión casi en su totalidad en la actividad privada, aunque también durante varios años trabajé en EMSA, cuando la misma se administraba con los parámetros de sociedad privada.
Sus primeros años de Contador Público Nacional transcurrieron en Misiones, allá por el año 1977, donde la provincia tenía un déficit importante de profesionales. “Dado que soy técnicamente ´un paracaidista´ -como se nombraba a los que veníamos de otras provincias-, era complejo, difícil y muy improbable económicamente, que pudiera iniciar el ejercicio independiente de la profesión, de allí que inicie mi trabajo como empleado. Luego de un tiempo, siempre en tareas ejecutivas, cambié de empresas dos veces, ejecutando en el medio el ejercicio profesional contable-impositivo. Luego con el correr de los años (dícese experiencia) he ido cambiando de trabajo en campo (manual), a un trabajo de consultor, aunque sigo ejecutando trabajos de Dirección de Empresas”, precisó Delio Varela.
