El arquero Fábio, del Figueirense, afirmó que estaba preocupado por la salud de su madre.
El debut en el Figueirense del arquero Fábio no pudo ser peor: regaló un gol imposible, decidió irse en taxi a su casa en el entretiempo y lo echaron del club. El encuentro terminó 2-0 para Boa Esporte, por la 4ta. fecha de la serie B del campeonato brasileño.
A pesar de lo curioso -y hasta gracioso- que puede sonar lo anterior, el portal brasileño UOL Deportes habló tras el hecho con el jugador, quien aseguró que su rendimiento en el campo de juego fue afectado porque tiene a su madre enferma.
«Debería haber pedido no jugar, pero no lo hice. A la hora del choque no conseguí concentrarme y eso me estaba afectando. Independientemente del gol, iba a pedir salir en el descanso porque no podía pensar en el juego», contó Fábio, de 38 años. Según relató, ni el técnico Márcio de Azevedo ni Carlos Arini, dirigente del Figueirense, sabían sobre el tema. «No estaba con la cabeza para quedarme en el estadio. Pido disculpas a mis compañeros, a la comisión técnica, al directorio y a la hinchada», concluyó, según informó el portal brasileño.
Al finalizar el encuentro, Arini dijo en conferencia de prensa que el uno ya no formaba parte del equipo y que estaba sorprendido por la actitud del jugador. «Podría haberme esperado en el vestuario para aclarar. No sólo a mí, sino a todo el grupo. Esa sería una manera más tranquila de resolver las cosas», estimó.
