Nuevos indicios complican a Suárez y su entorno. La adolescente está desaparecida desde el 6 de mayo en Tucumán.
Al fiscal que investiga la desaparición de Daiana Garnica en Tucumán le faltaba sumar indicios para comprobar que existe un pacto de silencio entre los 13 detenidos del caso y ahora, lo encontró. La nota estaba junto a una tela manchada con lo parecería ser sangre, en la casa de la cuñada del principal sospechoso, Darío Suárez y decía: «Lavá todo y no digas nada».
El trabajo de los perros de los bomberos voluntarios de Punta Alta ayudó a fortalecer la teoría de que Suárez asesinó a la adolescente de 17 años, quemó su cuerpo en un horno de la ladrillera donde trabajaba – que volvió a ser prendido justo el día de su desaparición, después de siete meses – y que todo lo hizo protegido por una red de encubrimiento del resto de los detenidos, varios de ellos parientes suyos.
Esta última nota se suma a la serie de mensajes con los que ya cuenta la investigación. Por un lado, los que sugieren que el acusado mantenía o habría pretendido tener una relación con Daiana y otros, vinculados directamente con ocultar el crimen.