Buscan prohibir la importación de casas prefabricadas de China

Legisladores nacionales de Chaco y Corrientes presentaron un proyecto que propone prohibir la importación de casas prefabricadas y la promoción del uso de recursos locales, especialmente madera. El proyecto se fundamenta en la preocupación generada en diversos sectores de la industria de la construcción ante la iniciativa del Gobierno nacional de comprar viviendas chinas.

El proyecto retoma planteos formulados desde distintos sectores relacionados con la construcción, como el de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA) que manifestó mediante varios comunicados su preocupación y enérgica oposición a la posibilidad de que se importan casas de China. Desde la entidad que cuenta con 27 cámaras asociadas en todo el país, resaltaron la existencia de una industria maderera nacional capaz de sustituir con tecnología, capital y mano de obra nacional, lo que se pretende importar.

Además la Unión Obrera Ladrillera de la República Argentina (UOLRA), a través de su titular Luis Cáceres, también manifestó sus críticas a la posible importación de viviendas calificándola como “destructiva de la producción de ladrillos”. “Se calcula que 160.000 ladrilleros desarrollan su actividad en la República Argentina. Algunos emprendimientos lo hacen bajo figuras societarias empresariales, otras personales y también en formas de cooperativas. En todos los casos, peligra la subsistencia de una actividad tradicional y el sustento de miles de familias”, señala el proyecto firmado por el diputado correntino Carlos Rubín.

Agregan que en un contexto desfavorable para la economía nacional, la Industria de la Construcción fue una de las más afectadas por las medidas económicas implementadas a partir del cambio de gobierno en diciembre de 2015. Además, las expectativas son preocupantes. Según datos que brindara el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC), en el año 2016 se registró una caída del 12,7% de la construcción y otra del 4,8% para la industria. Estos índices oficiales tienen su correlato en altísimos índices de despidos tanto en la construcción como en la industria del país.

Durante 2016, el sector de la construcción lideró la cantidad de despedidos: 60.626 puestos de trabajo perdidos, entre los que se cuentan operarios, técnicos y profesionales, según datos del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Trabajadores metalúrgicos y textiles, por su parte, le siguen en la caída.

“La importación de bienes, como casas prefabricadas, implica importar mano de obra, servicios profesionales, capitales y materiales. Como es evidente, todos estos insumos no son provistos por mano de obra nacional, lo que impacta negativamente en el empleo y en la economía nacional. Esto provoca perjuicios mediatos e inmediatos a toda la cadena de valor que se extiende a lo largo de la industria de la construcción”, indica el proyecto.

El presidente Macri hizo públicos anuncios en los que informó que el objetivo de su gestión es construir 100.000 viviendas durante este año 2017. Según se destaca en el proyecto de ley, “es un propósito plausible y que todas las fuerzas políticas deberíamos acompañar. No obstante, semejante tarea debe ser, necesariamente, llevada a cabo mediante la contratación de profesionales técnicos y trabajadores argentinos y utilizando materiales de fabricación nacional”.

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