Ana Zanotti en el Día del Cine Nacional: «El cine es una porción fundamental de la producción cultural mediante la cual todos nos podemos sentir co-relatores»

Cada 23 de mayo se celebra el Día del Cine Nacional en homenaje a la primera película argumental argentina titulada La Revolución de Mayo, dirigida por Mario Gallo, estrenada el 23 de mayo de 1909 en el teatro Ateneo de Buenos Aires. En este marco, Ana Zanotti, reconocida documentalista de las realidades sociales y culturales de la región, dialogó con Misiones Online para significar el cine y la producción audiovisual desde su experiencia. Asimismo dio a conocer su postura respecto a los contenidos que cree necesarios abordar en la actualidad.

«El cine es una porción fundamental de la producción cultural mediante la cual todos nos podemos sentir co-relatores, introduciéndonos sensiblemente en las relaciones y los conflictos entre las personas en sus espacios sociales, los encuentros y desencuentros que la vida misma va hilvanando, buscando la convergencia de nuestras experiencias y nuestros deseos, y abarcándolos para sensibilizar acerca de las cuestiones complejas que marcan nuestras realidades hoy».

Con respecto a su experiencia como realizadora y su percepción del cine como herramienta comunicativa sostuvo: «Como realizadora de cine documental, me interesa ver al cine como una ventana que de alguna manera se abre a compartir nuestras realidades, haciendo visible lo que una región «es», lo que su gente hace, siente, piensa y cree. Los proyectos audiovisuales son caminos intensos -muchas veces nada fáciles- mediante los cuales explorar todo eso. Más allá de los géneros con que elijamos contarlos, todos utilizamos esos elementos comunes con los que se escribe el lenguaje del cine».

Además, hizo mención de como se entrecruzan las historias de vida, la realidad social, cultural y la construcción de conocimiento entre el realizador y los protagonistas: «Quienes trabajamos construyendo conocimiento a partir esos pedacitos de vida que las películas recortan y amplifican, sabemos bien del potencial de esas historias para conmover y motivar, la capacidad que tienen de disparar sentimientos entrando en complicidad con las experiencias de vida por los que cada persona que las comparte, ha pasado. Y creo que ése es su valor más fuerte: la posibilidad de que cada uno pueda hacer suyas creativamente las experiencias ajenas y establecer de inmediato fuertes lazos con las propias».

Con respecto a esta fecha conmemorativa y la situación por la que se encuentra atravesando el cine nacional puntualizó: «En este día nacional del cine -y en tiempos que aparecen amenazas sobre los recursos para su fomento y sana continuidad- viene muy bien pensar en todo esto para volver a confirmar que todas las historias que producimos a partir de nuestras realidades, crean un vínculo inmediato de cercanía y entendimiento. Algo tan necesario para despertar la conciencia sobre las injusticias y para ir abriendo nuevas formas de empezar a entendernos un poco mejor» finalizó la documentalista.

Su trayectoria:

Ana Zanotti nació en Cordoba pero vivió durante gran parte de su vida en Misiones. Su trayectoria en el mundo audiovisual comenzó en el Sistema Interprovincial de Teleducación, en 1985 cuando estaba terminando de estudiar antropología social en la facultad de Humanidades y Ciencias Sociales. En el Sipted cuando funcionaba en el Centro Cívico hacía tarea administrativa pudo integrarse al grupo de Rubén Zamboni (actual directivo de la carrera Comunicaciones en Humanidades) y Damián Tuzinkiewicz (ya fallecido), y realizar investigación social para los documentales que ellos encaraban.

Desde entonces, produjo más de 50 realizaciones en distintos tipos de escala. Recordó una de las más grandes series documentales que le tocó dirigir estuvo formada por cuatro películas y se llamó “Escenas de la vida del Borde», en el cual trabajaban con situaciones de interculturalidad de Misiones, las mujeres mbya, paseras, el contexto ecológico de la provincia, entre otros.

Hizo otras producciones breves, campañas de servicio público sobre cómo trabajar en tiempos del cólera y pequeños micros relacionados con la posición de las mujeres en la sociedad.

Algunas de sus producciones audiovisuales son: Escenas de la vida en el borde (1998-2002), Mixtura de Vida (2002), y los cortometrajes: La Creación (1999), Seguir Siendo (1999), Un paso con historia (1998), Los Ramos. Talleros guaraníes y La celebración del fuego.

 

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