Hoy es el Día Mundial Contra la Hepatitis: aspectos nutricionales de la enfermedad

Hoy 19 de mayo se celebra el día contra la hepatitis, con el objetivo de concienciar a la población en general sobre esta enfermedad, que si no es tratada como corresponde puede derivar en consecuencias de gran perjuicio sobre la salud como cáncer de hígado o cirrosis.

Se debe recordar que esta afección generalmente no presenta síntomas y se transmite cuando se produce un contacto entre sangre sana con sangre infectada por el virus C: transmisión vía parenteral o por no adoptar medidas asépticas adecuadas a nivel hospitalario en transfusiones o la utilización de hemoderivados para el tratamiento de otras enfermedades, así como también por compartir jeringas, en centros odontológicos, lugares de aplicación de piercings y tatuajes, podólogos, entre otros.

La palabra “hepatitis” significa, simplemente, inflamación del hígado, sin apuntar a ninguna causa específica. Una persona con hepatitis puede: padecer uno o varios trastornos, incluyendo una infección vírica o bacteriana del hígado, padecer un trastorno autoinmunitario que afecta al hígado o haber sufrido un traumatismo abdominal en la zona del hígado.

Lo más habitual es que la hepatitis haya sido provocada por uno de los siguientes tres virus: el virus de la hepatitis A, el virus de la hepatitis B o el virus de la hepatitis C. Todas estas formas víricas de hepatitis se pueden diagnosticar y puede hacerse un seguimiento de su tratamiento mediante análisis de sangre fiables y fácilmente accesibles.

En cuanto a la nutrición, debemos tener en cuenta los alimentos que estimulan la función hepática, ya que los mismos empeorarán los síntomas. Entonces, los aspectos más importantes a tener en cuenta son:

  • Bajo consumo de grasas: son el principal estimulo biliar, lo cual puede acentuar los síntomas de inflamación. Se debe evitar carnes grasas, manteca, margarina, embutidos, quesos duros, lácteos enteros, aceites, y todos los productos elaborados con ellos.
  • Evitar alimentos industrializados, enlatados, en conserva: debido a su contenido en aditivos.
  • Preferir carnes blancas, bien cocidas, disminuir las carnes rojas y evitar las frituras.
  • Evitar azúcar, miel, dulces, jaleas, postres, gaseosas, jugos concentrados, chocolates, debido a su gran contenido en azucares, lo cual daña al hígado.
  • Evitar el consumo de infusiones fuertes (café, mate, té, etc.)
  • Consumir frutas y verduras cocidos, sin cascaras ni semillas. Evitando los cítricos y coles, principalmente.
  • Suspender totalmente la ingesta de bebidas alcohólicas.
  • Evitar cereales integrales, frutos secos y legumbres. Preferir arroz blanco, polenta, fideos, pan blanco y galletitas de agua bajas en grasas.

Todos estos consejos son solo orientativos y los pacientes con hepatitis deben consultar a un profesional para recibir las indicaciones dietéticas más adecuadas en cada caso. Cada persona es diferente y lo que un paciente puede tolerar bien a otro puede sucederle lo contrario. Por tanto, es importante que cada uno adapte su dieta según su experiencia individual.

Por la licenciada Romina Krauss – M.P. N° 147

 

 

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