Si sentís cansancio y debilidad constantes pueden estar faltando estos nutrientes en tu dieta

Es muy común que, a menudo sentimos cansancio, debilidad o fatiga constante siendo que, a lo mejor, no realizamos actividad física o trabajo pesado que lo pueda provocar. Si bien, existe el cansancio mental, que también nos ocasiona un cuadro de estrés, si el cuerpo nos manifiesta estos síntomas debemos prestarle atención y reflexionar sobre nuestra alimentación diaria, debido a que la deficiencia de algunos nutrientes puede afectar muchas funciones del organismo y provocar, justamente, un estado general deplecionado.

¿La falta de qué nutrientes nos puede provocar cansancio y/o debilidad?

Hierro: la anemia es la deficiencia nutricional más común en el mundo, alrededor del 30% de la población la padece, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). La anemia produce una disminución de los glóbulos rojos o menos hemoglobina dentro de ellos, que es la encargada de llevar oxígeno a todo el cuerpo. por lo tanto, al alterarse esta función primordial, causa cansancio, falta de energía, mareos, dificultad para respirar, cambios de coloración en las conjuntivas, etc. Para aumentar el consumo de hierro podemos incorporar máscarnes rojas magras, carnes blancas, vegetales de hojas verdes y legumbres, acompañándolas con jugos de cítricos, para favorecer su absorción.

Vitamina B12: es necesaria para producir glóbulos rojos. Alimentos como carne vacuna, de aves, mariscos, huevos y productos lácteos son fuentes de esta vitamina. Pero para que el cuerpo absorba la cantidad necesaria requiere de la ayuda de una proteína especial, llamada factor intrínseco, que es secretada por células en el estómago. La falta de vitamina B12 puede deberse a factores como consumir una dieta vegetariana mal planeada o una alimentación deficiente.

Vitamina D: se produce de forma endógena en la piel por exposición a la radiación solar. La deficiencia de vitamina D puede causar problemas de salud en niños y adultos, incluyendo debilidad ósea, crecimiento irregular y deficiencias inmunológicas. Los síntomas incluyen cansancio, cambios de estado de ánimo, dolor en los huesos y daño de estómago.

Zinc: este mineral favorece al sistema inmunológico. Además, es necesario para los sentidos del olfato y del gusto, para el crecimiento y desarrollo, cicatrización, entre otros. Las proteínas animales, particularmente las que están en las carnesson buenas fuentes, así como las nueces, los granos enteros, las legumbres y la levadura.

Magnesio y potasio: generalmente si consumimos pocas frutas y verduras, no cubrimos las necesidades de estos minerales y la deficiencia de los mismos produce debilidad muscular. También los encontramos en cereales integrales, frutos secos y legumbres.

Déficit de calorías: muchas dietas muy restrictivas, que aportan pocas cantidades de calorías diarias, provocan que el cuerpo no tenga energía suficiente para sus funciones normales y nos produce una sensación de cansancio, debilidad, mareos, etc.

Es importante que, ante la aparición de síntomas de cansancio excesivo, debilidad, mareos o fatiga constante, consultemos al médico para realizarnos los análisis correspondientes y arribar a un diagnóstico, y así, implementar un tratamiento adecuado, ya sea medicamentoso y/o nutricional. No consumamos suplementos de vitaminas o minerales sin consultar a un profesional.

Por la licenciada Romina Krauss – M.P. N° 147

 

 

 

 

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