Recomiendan a discapacitado que se divorcie para poder seguir cobrando su pensión

Néstor Sotelo vive en el barrio Yacyretá de Posadas y es totalmente ciego. Su esposa que trabajó toda la vida en casa de familia se jubiló y por esa razón desde este mes el hombre dejó de percibir el beneficio. Al ir a reclamar en las oficinas de Desarrollo Social de la Nación en Posadas, le recomendaron que se divorcie, ya que esa sería la única alternativa para recuperar el beneficio. Su señora cobra una jubilación de 5.600 pesos y la pensión que recibía el hombre, con algunos descuentos era de 4.100 pesos.

Néstor Sotelo, en Radio Libertad.

 

Néstor contó en Radio Libertad que en 2008 perdió el ojo izquierdo y en 2011 el derecho quedando desde esa fecha totalmente ciego. Tras pasar por varias auditorías obtuvo el certificado por discapacidad, herramienta que le permitió acceder a una pensión que brinda el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Según dijo con algunos descuentos por mes le quedaban en su bolsillo 4.100 pesos.

 

Asimismo el hombre contó que su legítima esposa, que toda la vida trabajó en casa de familia, se jubiló gracias a la moratoria que hubo el año pasado con solamente 15 años de aportes y que desde hace poco percibe el beneficio cobrando 5.600 pesos por mes. Desde este mes, a Néstor le cortaron la pensión y cuando fue a reclamar le dijeron que el beneficio se corta automáticamente cuando se certifica que él está casado y vive con una mujer que percibe una jubilación.

 

“La única solución que me dieron en las oficinas de Desarrollo Social de la Nación en Posadas, era que si quería seguir cobrando la pensión se tenía que separar legalmente de su esposa. Una vez hecho esto debía notificar al ANSES, luego tengo que tramitar el divorcio y volver a informarles a ellos. Dicen que los dos beneficios son incompatibles. Cuando fui a reclamar vi que no me pasa sólo a mí sino que es un problema de muchas personas”, dijo.

 

A ello agregó que por lo que pudo compartir con la gente que estaba allí con el mismo reclamo, advirtió que la incertidumbre es enorme. “La gente tiene miedo. Yo también tengo miedo. No se si me van a dar de vuelta mi pensión. Yo puedo atenderme re bien en el Hospital pero de por vida tengo que usar 3 gotas que en total salen cerca de 700 pesos. Antes las retiraba en el PROFE peor ahora los tendré que comprar y no tengo. No sé qué hacer. Nos quedamos sólo con la jubilación de mi esposa”.

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