Gobierno nacional va por cambios en la Ley 25.080 de promoción forestal hacia el desarrollo industrial y compromiso ambiental

 

Así lo indicó la subsecretaria de Desarrollo Foresto-industrial del Ministerio de Agroindustria de la Nación, Lucrecia Santinoni. “Prorrogar la Ley 25.080 de promoción forestal tal cual está sería perder la oportunidad de mejorar el instrumento. Con casi 20 años de experiencia, surgen muchos aspectos a mejorar. El espíritu será el mismo, pero de una Ley con mayor alcance, ajustada a los cambios tecnológicos, destinos de los productos y ampliando sus objetivos hacia la industria”, fue la posición que marcó en la entrevista la funcionaria. La meta es incrementar la superficie en 800 mil hectáreas al 2030 y potencial el segmento de energías renovables, tablero y aserrado, y celulosa y papel.

 

El sector foresto-industrial argentino registra al 2017 una superficie de 1.200.000 hectáreas  plantadas, 96.000 puestos de trabajo en toda la cadena productiva, y 13.000.000 metros cúbicos (m3) de procesamiento de la madera (5% especies nativas).

 

El objetivo del gobierno nacional al 2030 apuntaría a lograr la continuidad de una herramienta legal de promoción para el sector, que permita alcanzar la meta de incrementar la superficie en 800 mil hectáreas, con una Captura Neta de 15 millones toneladas de CO2eq (tonelada equivalente de dióxido de carbono), el 6,7% de las medidas acordadas en el marco del Compromiso Ambiental asumido por el país ante organismos internacionales.

 

El debate se da en el contexto en que en el país hay sectores que piden ante el Congreso Nacional un proyecto solicitando una nueva prórroga de la Ley 25.080 (Inversiones para Bosques Cultivados), hoy vigente a través de la Ley 26.432 y que expira en 2019, con los beneficios vigentes; mientras que en otros espacios se analiza abrir el diálogo para elaborar un anteproyecto con modificaciones en la normativa y con definiciones hacia una política de promoción de la industria forestal de la Argentina.

 

La prórroga de la 25.080 sería la herramienta jurídica para lograr estos objetivos en el lago plazo, pero “no tal cual está, hay que mejorarla”, advierten desde Nación. Para ello, apuntan a trabajar con dos objetivos: equilibrar la oferta y demanda del mercado y, en segundo lugar, cumplir con el Compromiso Ambiental asumido por la Argentina ante organismos internacionales.

 

“La herramienta será la ley 25.080 pero con cambios” propuso la subsecretaria de Desarrollo Foresto-Industrial del Ministerio de Agroindustria durante su presentación en el Consejo Federal Agropecuario (CFA) Regional NEA, Lucrecia Santinoni, realizado en Posadas el 4 y 5 de mayo pasado, del que participaron representantes de las provincias de Corrientes, Formosa, Entre Ríos, Chaco y Misiones.

 

Sobre su presencia en la provincia y respecto a su exposición, la funcionaria nacional respondió a una entrevista con ArgentinaForestal.com, explicó la propuesta de avanzar en un consenso sectorial con las provincias y aclaró su decisión de no ir por un proyecto de prórroga de la normativa ante el Congreso Nacional –que expira en 2019- tal cual está, sino en consensuar las modificaciones necesarias para trabajar en la incorporación de mejoras que permitan promover a la industria y obtener una normativa más eficiente.

 

“Nosotros (Nación) entendemos que es importante que una herramienta como la Ley de promoción forestal de la 25.080 continúe, pero ajustada a los cambios tecnológicos, destinos de los productos y ampliando sus objetivos hacia la industria. Prorrogarla tal cual está sería perder la oportunidad de mejorar el instrumento. Con casi 20 años de experiencia, surgen muchos aspectos a mejorar y a considerar. El espíritu será el mismo, pero de una Ley con mayor alcance hacia la industria”, aseveró la funcionaria.

 

De esta manera, Santinoni explicó hacia dónde se encamina la política foresto-industrial de la Argentina y los desafíos futuros. “La Subsecretaría de Desarrollo Foresto-industrial a mi cargo, fue creada al comienzo de la actual gestión de gobierno. El objetivo -ligado a la importancia y potencial de este sector en el desarrollo principalmente de las economías regionales- fue de elevar el rango en la administración y ampliar sus competencias. Claramente, este es un sector que en la Argentina aún no ha desplegado todo su potencial”, admitió.

 

En su gestión, iniciaron los trabajos para identificar los obstáculos y amenazas en la actividad, de manera de ir destrabándolos o de eliminarlos. “Tres son los ejes que tratamos de fortalecer: aserraderos, producción de energía y producción de celulosa y papel, de manera que la producción primaria sea lo más eficiente posible”, indicó.

Los tres  drivers expuestos son estratégicos para el futuro del país, por su aporte ambiental, económico y social. Por ello, son identificados como de mayor potencial.

 

En el segmento de aprovechamiento de biomasa forestal se encuentran los proyectos de energías renovables. En la provincia de Corrientes, por un lado por iniciativa privada, la puesta en marcha de una planta de 36 MW con una inversión de US$ 60 millones, para la cual se estarían procesando 600 mil toneladas de biomasa (Proyecto FRESA de Pomera SA, del Grupo INSUD).

 

Otro proyecto en marcha, y en este caso, por licitación del PROBIOMASA, también en Corrientes avanza la instalación de una planta de 12,5MW en el Parque Industrial en Virasoro. En tanto,  en Misiones una de 2 MW con una inversión de US$ 30 millones (PINDO SA).

 

“En la matriz energética eléctrica,  el aporte con base forestal es 0,11% con un alto potencial de sextuplicar la contribución actual de biomasa”, precisó Santinoni.

 

Con respecto al potencial de desarrollo en la industria de celulosa y papel, detalló en su presentación en Posadas que “en el país se procesarían actualmente 5 millones de m3 (40%); habría un proyecto factible de inversión de US$ 800 millones, y el balance comercial de importaciones y exportaciones rondan los  US$ 800 millones”.

 

En tanto, en el segmento de Aserrado y Tablero, informó que “de la producción actual se destina un 60% a este rubro de la cadena. Mientras que 2007 se exportaba por US$ 300 millones, hoy solo un 10%. El sector se encuentra con una sobre-oferta del mercado interno, y con capacidad ociosa en procesado”.

 

Este escenario sería el que marcaría la necesidad de un desarrollo futuro con el aporte al compromiso ambiental para contribuir al Acuerdo de París de Cambio Climático GEI (Gases de Efecto Invernadero). “La ley 25.080 es una herramienta, hay que lograr su prórroga pero mejorada. La meta forestal es incrementar la superficie en 800 mil hectáreas al 2030, con una Captura Neta de 15 millones toneladas de CO2eq, el 6,7% de las medidas acordadas”, explicó la funcionaria.

 

En ese contexto, se plantea avanzar con una propuesta de cambios en la normativa actual –ante su inminente vencimiento- o elaborar un anteproyecto con una nueva Ley Foresto-industrial.

 

En este sentido, remarcó también que desde “el aspecto ambiental, claramente hay un rol que juega la forestación en materia de cambio climático y aportes a la reducción de emisiones de gases efecto invernadero, que son conceptos centrales en la argumentación para prorrogar la Ley 25.080. Los compromisos asumidos por nuestro país, en materia ambiental deben ser cumplidos. Y la forestación tiene un rol protagónico”, recalcó.

 

Pero a su vez aclaró, respecto a quienes promueven proyectos de prórroga de la Ley 25.080, como fue el caso de la iniciativa presentada recientemente por el diputado nacional Maurice Closs a pedido de las cámaras e instituciones de la provincia, que con su posición de analizar un anteproyecto “no tengo ningún interés en generar conflictos con nadie, por el contrario, estamos interesados en presentar un proyecto de Ley con el mayor consenso posible y los aportes que se realicen desde todos los sectores”, dijo Santinoni.

 

Al ser consultada sobre cuáles serían las estrategias que permitirían incrementar la superficie en 800 mil hectáreas adicionales en el país al 2030,  si no se lograr una prórroga de la Ley 25.080, consideró que “si bien es la meta que nos planteamos en plantaciones forestales, no creemos que la única herramienta para alcanzarla sea la ley, pero seguramente tendrá un rol relevante. Se trata de generar un marco que resulte atractivo a las inversiones y que dinamice el sector”, insistió.

 

Agregó que en particular, desde su área “estamos haciendo mucho hincapié en promover el uso de la madera en la construcción. El mismo, es un sector que dinamiza la demanda, genera mano de obra y valor agregado y posibilita de la instalación de Pymes. Por otra parte, aporta solución rápida y de calidad a la problemática habitacional de nuestro país”, señaló.

 

En otro aspecto, en relación a la materia prima existente entre Misiones y Corrientes, dijo que “actualmente, la oferta de materia prima es superior a la demanda. Parte se podría explicar por cierta retracción de la demanda internacional y local, pero otra parte es porque no hay suficiente capacidad instalada de industria que la procesen”, concluyó.

 

 

Por Patricia Escobar 

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