Andrés Salibe, presidente del club de Santa Inés, habló con Misiones OnLine y se mostró dolido por la derrota sufrida ante Villa Dálmine, aunque ratificó el apoyo incondicional al «Chulo» Rivoira por parte de la dirigencia del Colectivero.
Mucha polvareda se levantó tras la derrota que sufrió Crucero en su casa por la última fecha de la B Nacional, luego de la cual tanto jugadores como cuerpo técnico se fueron sin dar declaraciones: primero se especulaba con la renuncia de Rivoira, luego con que tendría una última oportunidad de revertir la situación este lunes ante Atlético Paraná.
Nada más lejano a la realidad: «El ‘Chulo’ tiene el apoyo absoluto de nuestra parte. Si finalmente decide irse será por una decisión de él, no por algo nuestro. Él cuando llegó sabía con qué se iba a encontrar y a qué vino. La idea era hacer lo posible con lo que teníamos», explicó Andrés Salibe, presidente del Colectivero, quien no sólo bancó al técnico sino que también lo llenó de halagos: «Tenemos al mejor entrenador de la categoría. Es una persona muy profesional, sabe lo que está haciendo».
Además, recordó que Rivoira todavía «tiene un año de contrato y si él quisiera lo podría renovar por dos años».
Por otro lado, el dirigente colectivero aclaró lo que sucedió tras el partido: «Tuvimos una charla bastante áspera con los jugadores y el técnico después de la vergüenza que pasamos el miércoles. Las dos horas de reunión fueron para explicarles que nosotros necesitamos que se concienticen de que esto es una guerra, de que acá hasta que se termine el campeonato tenemos catorce fechas donde cada partido va a ser una batalla diferente».
Sobre los rumores que se vertieron tras la derrota ante Villa Dálmine, los consideró «entendibles», ya que «después de una actuación así es muy difícil no pensar que hagan falta cambios, pero los cambios se tienen que dar internamente en cada jugador, que se tiene que concentrar en qué se está jugando y qué tiene que entregar en cada partido. Crucero hoy necesita 18 soldados dispuestos a dejar todo. Yo creo que un jugador profesional debe ser profesional en todas las canchas, tanto en el estilo de juego como en el corazón y la sangre que demuestra en cada partido, sin importar dónde se juegue».
Y redobló la apuesta: «Yo sigo pensando que el plantel está para otra cosa. Si ves el partido contra Chicago o Argentinos, no se explica después cómo se pierde como se perdió el miércoles». De todos modos, estimó que la dura situación en la que se encuentra el equipo de cara a la pelea por la permanencia es un factor importante: «La cabeza juega mucho».
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