Nutrición: ¿Por qué deberíamos consumir semillas habitualmente?

En el último tiempo las semillas han tomado relevancia en la idea de alimentación saludable, se las comenzó a incorporar a preparaciones clásicas, cotidianas, de distintas maneras. En general no aportan sabor predominante, pero si textura, color, y sobre todo beneficios para la salud.

Existe una variedad de semillas comestibles, tales como la chía, el lino, sésamo blanco y negro, girasol, amaranto, amapola, de calabaza, entre otros. Si bien cada una tiene sus propiedades particulares, hoy les cuento cuales son los aportes nutricionales de las semillas en general.

Son ricas en fibras: aportan fibra de tipo insoluble, es decir que son un potente estimulante a nivel intestinal. Resulta de gran importancia para personas que sufren de constipación o “tránsito intestinal lento”.

Son fuente de ácidos grasos esenciales omega 3: son las comúnmente llamadas grasas buenas, las cuales ejercen efecto a nivel cardiovascular, favoreciendo la disminución del colesterol total, colesterol “malo” (LDL) y triglicéridos.

Contienen antioxidantes: gracias a su aporte de vitaminas E y C, las cuales previenen la oxidación de radicales libres, es decir el envejecimiento y destrucción de células y promueve su regeneración.

Son ricas en vitaminas, principalmente en vitamina E, A y del complejo B. Son esenciales para la salud de la piel, la vista, el sistema nervioso, entre otros.

Contienen minerales como calcio, magnesio, zinc, potasio. Todos ellos importantes para las funciones normales del organismo, como el sistema nervioso y sistema inmunológico o de defensas.

¿Cómo consumirlas?

  • Podemos incluirla diariamente a nuestra alimentación, salvo en patologías digestivas como gastritis, colon irritable, divertículos intestinales, etc.
  • En general, es mejor consumirlas molidas para aprovechar mejor sus nutrientes, debido que al ingerirlas enteras no se digieren en el tubo digestivo. A su vez, es conveniente molerlas o triturarlas en el momento previo al consumo, debido a que puede perder sus nutrientes por oxidación durante el almacenamiento.
  • También se las suelehidratar en agua, jugos, lácteos como leche y yogur, sopas, licuados, etc.
  • Siempre es mejor comerlas crudas, ya que al cocinarlas pierden propiedades por acción del calor, o bien agregarlas al final de la cocción.
  • Se las puede agregar a las ensaladas, guisos, salsas, revueltos, tartas o tortillas de verduras.
  • Preparaciones dulces, ensalada de frutas, postres, etc.
  • También las podemos agregar a los amasadoscaseros, como pizzas, panes, galletitas, etc.

Es importante controlar las porciones, ya que, como todo alimento, si bien aporta nutrientes beneficiosos para la salud, debe ser consumida en cantidades adecuadas. Según las necesidades de cada persona puede variar la porción, pero en general, se recomienda 1 o 2 cucharadas por día.

Deberíamos considerar incluirlas a nuestra alimentación habitual ya que no nos modifica los sabores, son accesibles en nuestra región y nos brindan muchos beneficios para la salud.

Por la licenciada Romina Krauss – M.P. N° 147

 

 

 

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