Nayara Ibarbia de 17 años estaba de novia desde hacía cuatro meses con Gustavo Villarreal. El miércoles 26 de abril el auto en el que viajaban chocó de frente contra un camión estacionado en Monte Maíz, Córdoba. «El día del accidente Nayara lo quiso dejar y él amenazó con matarse y matarla». La familia de la joven no duda de que se trató de un femicidio pero todavía, no hay ninguna imputación.
Una semana después, Nayara murió a causa de las heridas. Estaba sentada en el asiento del acompañante en el momento del impacto y sufrió un politraumatismo y un fuerte golpe en la cabeza. Villarreal también tuvo varias fracturas y sigue internado en Bell Ville, pero fuera de peligro.
La familia de la víctima no cree que haya sido un accidente y, por el contrario, acusan directamente al novio quien, según su relato, «la vivía controlando». Le revisaba el teléfono, le cuestionaba las amistades que tenía y hasta la ropa que usaba. Ese miércoles, pasadas las 21, la chica le había dicho a su tía, Romina, que se iba a bañar a la casa de su abuela y volvía. Incluso le pidió que la esperara con empanadas para cenar. Pero nunca volvió.
Antes de salir, su tía y confidente contó al portal La Voz que su sobrina le mostró mensajes que su novio le había mandado por WhatsApp. «Leí dos mensajes donde decía que se iba a matar y que la iba a matar a ella. Él la llamaba, la llamaba y Nay no lo atendía», dijo la mujer y acusó: «Él fue directamente a chocarse el camión. Tuvo 80 metros para verlo. Él fue directo a chocárselo».
Si bien todavía no hay ninguna acusación formal contra Villarreal, el caso ya está siendo investigado por el fiscal de Bell Ville, Oscar Aliaga. El fin de semana amigos, familiares y vecinos de Nayara salieron a la calle a pedir justicia con carteles con la consigna #NiUnaMenos.
