Recorriendo Taste of London, para degustar platos internacionales

La sommelier Karla Johan nos lleva a explorar un destino que se convierte en un cóctel perfecto entre cultura y gastronomía, disfrutando la ciudad de Londres con sus contrastes y conociendo, especialmente, la feria gastronómica más importante que reúne a los chefs y restaurantes reconocidos del Reino Unido, entre otros atractivos como Food Trucks, Soho, China Town o Free Tours by Foot.

 

Al igual que Nueva York,  la ciudad de Londres marca tendencias a nivel mundial, tanto en la cultura como en su gastronomía.

La motivación de mi viaje estaba puesta en conocer “Taste of London”, la feria gastronómica más importante que reúne a los chefs y restaurantes reconocidos del Reino Unido. Este evento se da cita todos los años, en el mes de junio, al aire libre en el parque Regents Park.

En la feria se muestran las tendencias, y los visitantes, a través de platos simples y precios accesibles, pueden conocer los mejores restaurantes.

Este festival gastronómico suele durar cinco días, se pueden asistir a clases de cocina, realizar catas de vinos, o simplemente darse un paseo gastronómico por diferentes culturas.

Uno de los atractivos más interesantes son los Food Trucks que suelen servir vinos y comidas típicas de otros países. En esta oportunidad fui invitada por la gente de la bodega Argento de Argentina y Garzón de Uruguay, para comer un rico chivito uruguayo (lomito al estilo uruguayo), acompañado de Malbec  argentino y Tannat uruguayo.

 

 

También me di una vuelta por el stand de Bubbledogs. Este restaurante está ubicado en el 70 Charlotte Street, aquí se suele acompañar los hot dogs con champagne francés. Algo inusual, que lo convierte en uno de los bares más fashion del mundo.

En el marco de esta feria, y siguiendo la ruta gastronómica, me dio curiosidad conocer algunos lugares claves de la ciudad a través de su comida.

Así fue que comencé visitando el  Soho, este barrio que se conocía con el nombre de Vice (Vicio) por sus bares de reputación dudosa, desde el año 1986 pudo revertir esto, convirtiéndose  en el centro del entretenimiento en Londres, hoy uno de los barrios más visitados de la ciudad.

El paseo arrancó el sábado en el famoso Picadilly Circus, este lugar fue trazado por Nash en 1819, como parte del proyecto del Príncipe Regente de unir Carlton House y Regent´s Park. Esta intersección de calles, fue modificada en la década de 1880, cuando se construyó Shaftesbury Avenue. En su centro posee la estatua de Eros, que fue agregada en 1893, su desnudez escandalizó a los victorianos, y luego se convirtió en el símbolo de Londres.

 

Caminando por sus calles, pueden encontrarse con  China Town, uno de los barrios más grandes del mundo fuera de China.  Aquí pueden tomarse un descanso para un buen masaje, o simplemente comer algún tentempié para luego seguir el paseo, vale la pena la postal en la puerta de entrada del barrio.

 

 

 

Siguiendo el recorrido por el barrio de Soho, y una vez en el corazón del mismo, pueden encontrarse con los exclusivos locales de marcas internacionales de ropas y accesorios.  Otra opción sería ir al teatro o al cine, a ver el último estreno.

 

A la hora del almuerzo recomiendo comer en el restaurante español Barrafina, que posee una estrella Michelin, y se encuentra ubicado en el 26 y 27 de la calle Dean St, abre de lunes a sábados de 12:00 a 3:00 PM y de 5:00 a 11:00 PM, los domingos de 1:00 a 3:30 PM y de 5:30 a 10:00 PM.

Se puede comer en la calle o bien adentro del local en la barra. Atienden por orden de llegada, ya que no toman reservaciones, pero el servicio es rápido.

La propuesta es simple y sabrosa, ofrecen una carta con platos individuales, que se pueden compartir, en promedio hay que calcular cinco platitos cada dos personas.  En mi caso me deleité con un pulpo, cubierto de ciboulette y leves toques de pimentón de la Vera, logrando una combinación muy sutil, sin tapar el sabor característico del pulpo.

Luego continué con unos huevos escalfados sobre una base de tiras de salmón ahumado, me pareció una excelente combinación. Continué con los clásicos buñuelos de bacalao,  acompañados de una mayonesa casera, bien condimentada. Para el principal un atún rojo, sobre una base de risotto al dente. Este restaurante posee dos sucursales más en la ciudad, en el 10 de Adelaide Street, y el 43 de Drury Lane, en Covent Garden.

 

 

 

El domingo había amanecido con un día maravilloso de sol, poco usual en esta ciudad, así que no había mejor plan que visitar la famosa calle Brick Lane. Es una calle larga del barrio londinense de Tower Hamlets, en el East End de la capital inglesa.

La calle pasa por Swanfield Street  -en la zona norte de Bethnal Green-, cruza Bethnal Green Road, pasa a través de Spitalfields y enlaza con Whitechapel High Street por el sur a través de Osborn Street.

Esta zona en la actualidad es el corazón de la comunidad blangladesí de la ciudad de Londres, por lo que la calle es conocida localmente como Banglatown.

Aquí podemos encontrar desde una feria callejera de ropa vintage, hasta una muestra de arte alternativo de graffitis, o simplemente hacer una parada en alguna esquina para escuchar música de bandas emergentes.

 

 

 

Me habían contado que ese día estaba el festival callejero City Summer House, una muestra de comidas típicas de diferentes países.  Aquí se puede pedir un plato, y disfrutarlo en el jardín, en un entorno relajado y escuchando las selecciones musicales de un disc-jockey.

Pasé por el stand de China, y me tenté con un wantán,  conocido también como -húntún, wantón, wontón o Won ton. Es una masa muy fina e irregular,  rellena generalmente de carne picada de cerdo.  Este plato tradicional de la gastronomía china, lo podemos consumir cocida al vapor,  en sopa o bien frito.

 

Luego pasé por la India, los olores característicos de las especias me invitaron a probar un curry (de kari, ‘salsa’ en támil) o conocida como curri (nombre generalmente adoptado en Occidente para describir un conjunto de platos elaborados con una mezcla de especias más o menos picantes).  Este plato se desarrolla en las cocinas asiáticas, del este y sureste asiático. El término ahora se ha extendido por todo el mundo, y se aplica a cualquier plato con especias que posee un estilo indio o asiático, o bien a una mezcla de especias deshidratadas comercializadas bajo distintas marcas como aliño para todo tipo de platos y que intenta acercarse al sabor de las preparaciones originales.

 

Mi elección había sido un curry de cerdo, acompañado de arroz cocido saborizado con clavo de olor, el equilibrio perfecto para la intensidad de este plato. Acompañé mi elección con una cerveza IPA (India Pale Ale), con cuerpo y estructura, servida a una temperatura de 10º, algo poco usual en mi país, pero es la mejor temperatura para disfrutar de las características de una cerveza artesanal.

 

Después de un descanso, en el patio del City Summer House, estaba lista para seguir mi paseo.  Me encontré en el camino con una mini feria de artistas y diseñadores independientes, que se reúnen cada domingo sobre esta calle para ofrecer sus trabajos.

 

Una buena opción es contratar,  a través de internet,  el servicio de visitas guiadas sin costo, conocidos como Free Tours by Foot.  Estos tours suelen tener una duración de 60 minutos, y te permiten recorrer este tipo de barrios con gente de la zona, que habla tu idioma.  Al finalizar el paseo se pasa la gorra para la propina.

 

Después de un paseo por esta famosa calle, me acerque al mercado Old Spitalfields Market.  Construido en 1876, es uno de los más exquisitos mercados victorianos que se conservan en la capital. Enclavado en las calles adoquinadas entre Brick Lane y Bishopsgate, es una de las principales atracciones londinenses. Ofrece un impresionante abanico de arte, moda, regalos, antigüedades y establecimientos de alimentación. En la actualidad, los visitantes descubren mercados temáticos los siete días a la semana, junto a tiendas de moda, diseño, restaurantes, bares, cafeterías, y salones de té.

 

 

Dentro de este mercado funciona un restaurante portugués conocido como Taberna du Mercado, también estaba en mi lista de recomendados.  Este lugar tiene una carta sencilla, con productos típicos de Portugal. Se recomiendan un total de cuatro a cinco platos (entradas y principales) para dos personas.

La entrada que elegí fueron orejas de cerdo fritas, cubiertas con una salsa de perejil, aceite de oliva y un poquito de ajo. Todo servido sobre una base de rodajas de pomelo rosado, la acidez del cítrico ayudaba a barrer la grasa de la fritura. Una combinación que no hubiese pensado, y con un resultado maravilloso. Como plato principal me decidí por un pescado típico (bacalao) a la plancha,  acompañado con una salsa de tomates frescos y morrones, cubiertos de escamas de papas fritas, para generar un contraste. Todo esto lo acompañé con un vino verde, elaborado en la provincia de Minho, en el norte de Portugal.  Esta bebida tiene como característica  principal la acidez y una pequeña efervescencia. Se elabora a partir de las cepas Alvariño y Loureiro.

 

Luego de esta cena, no había mejor plan que finalizar la noche y el paseo, en uno de los mejores bares de la ciudad Nightjar en el 129 City Rd, Shoreditch, muy cerca de ahí.  El cóctel me invitaba a pensar en mi próximo viaje a Londres, para seguir disfrutando de sus contrastes gastronómicos y su cultura.

 

 

 

(*)  www.karlajohan.com.ar

 

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