La pregunta de una víctima de la Ballena Azul a su madre antes del suicidio

Maylen Villamizar, de 37 años, no tiene Facebook y no entiende mucho de tecnología, pero luego de hallar a su hija colgada del cuello con una soga, recordó diversos episodios que la hicieron concluir el desafío de la ballena azul le quitó la vida a su nena, de 13.

La primera pista fueron dos preguntas. «Mamá, ¿existen las ballenas azules?», quiso saber la nena. «Existen y deben quedar pocas. Están en vías de extinción», respondió la madre creyendo que era una inquietud inocente de su hija.

Otro día la duda giró en torno al suicidio. «Mamá, ¿la gente que se suicida es valiente o cobarde?», preguntó la pequeña. «Pues yo soy muy cobarde, yo no lo haría», respondió la madre.

«Ah, ¿entonces tú piensas que son valientes?», replicó la hija. «No, sólo que no hay que criticar a la persona que haga eso», precisó Maylen.

«Le contesté así porque hacía poco un señor del barrio se había ahorcado y pensé que preguntaba por eso. Ahora que ya pasaron las cosas y es fácil deducir, cualquiera se alarma con todas esas preguntas», confesó la progenitora.

Después, sería una foto. «El domingo 16 de abril le vi una foto en el celular de cómo se ataba una soga para ahorcados, paso a paso. Le pregunté por qué la tenía y me dijo: ‘tranquila: es una foto que me mandaron’. La borró enseguida y me devolvió el celular. «Bueno, ten cuidado con eso», le dije, y aunque quedé algo preocupada, olvidé el incidente con lo que siempre nos decimos, cosa de adolescentes», relató Maylen, la madre.

La madre de la víctima de la Ballena Azul reveló que su hija no tenía celular. «Me opuse a eso (a tener celular) siempre por las violaciones, y la trata de blanca que empiezan por Internet. Usaba el mío».

Cuando la niña se quitó la vida, Maylen descubrió que su hija tenía 3 cuentas de Facebook. Además, contó que en los últimos 15 días antes de morir, la niña no era la misma, según el diario La República.

«Yo le fastidiaba. Si la besaba, se ponía rígida. Incluso quitó la foto de Facebook en la que estábamos las dos. Yo pensaba: es la adolescencia».

Hoy, Maylen visita la tumba de su hija en el Parque Cementerio de la Esperanza, en Cúcuta, al noroeste de Colombia. La nena se suicidó el 28 de abril, cumpliendo con uno de los macabros retos de la Ballena Azul.

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