Detenidos en Brasil por el asalto a Prosegur no podrán ser extraditados

El fiscal Manuel Doldán, de Asuntos Internacionales, explicó a ABC Color que ante un eventual pedido de la Justicia paraguaya para que los presuntos miembros del Primer Comando Capital (PCC), capturados en el vecino país horas después del gran golpe, sean procesados aquí, Brasil lo negará porque su Constitución prohíbe la extradición de brasileños, pero ante esta negativa ellos deberán realizar el proceso de juzgarlos.
Refirió el fiscal Doldán que además muchos de ellos ya cometieron delitos en ese país –de acuerdo con los datos policiales– como enfrentamientos armados con la Policía, lavado de dinero, entre otros. Sin embargo, Doldán hizo énfasis en que no quedarán impunes, sino que afrontarán un proceso de acuerdo a los delitos que cometieron tanto en Paraguay como en Brasil.
Hasta el momento ya son 17 los presuntos integrantes de la banda que cayeron en Brasil, 14 detenidos y tres fallecidos en enfrentamientos, de quienes se recuperó parte del botín, 219.450 reales, G. 733.640.000 y US$ 1.275.030.
En la madrugada del lunes pasado, un comando integrado por al menos 60 maleantes fuertemente armados tomaron por asalto el local de Prosegur y aislaron la zona colocando barridas con francotiradores. A balazos repelieron todos los intentos de la Policía de llegar hasta el lugar. Luego volaron parte del edificio hasta llegar a la bóveda de la empresa, de donde se llevaron los US$ 11.720.255. Finalmente, los delincuentes emprendieron la huida por Hernandarias y pasaron en lanchas hacia el Brasil, a través del río Paraná, explicaron.
Mientras los organismos de seguridad del Brasil rápidamente reforzaron los controles en la frontera tras el asalto, en Paraguay fueron detenidos maleantes que eran buscados por crímenes anteriores y que aparentemente no tienen ninguna vinculación con el multimillonario golpe.
Sin embargo, la nueva cúpula policial instalada en Ciudad del Este debe investigar y aclarar cómo es que criminales como Juan Carlos Benítez Ramírez, de 40 años y Pedro Celestino Garcete Bogado, de 38 años, ambos con frondosos antecedentes, y el primero de ellos con una decena de órdenes de captura por asaltos a varios camiones transportadores de caudales, estaban tranquilamente instalados en una residencia de la fracción Santa Catalina del barrio Ciudad Nueva de la capital del Alto Paraná.
De acuerdo a las fuentes, Benítez aparentemente gozaba de la protección de algunos agentes a cambio del pago de importantes sumas, es por ello que la propiedad donde vivía y donde aparentemente fueron planificados varios asaltos nunca antes fue intervenida la Policía, explicaron.
Los investigadores tampoco descartan que los responsables del gran golpe hayan tenido alguna protección o complicidad de algunos uniformados para instalarse en Ciudad del Este y realizar toda la inteligencia necesaria para atacar el local de la firma Prosegur, señalaron.

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