Caso Rosana Galliano: Cómo es la vida de los chicos obligados a vivir con su padre femicida

El miércoles último, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el proyecto para quitarle la responsabilidad parental (llamada «patria potestad» antes de la modificación del Código Civil) a los condenados por homicidio agravado por el vínculo, femicidios, lesiones graves y abuso sexual.

Sin embargo, según la presidenta de la ONG la Casa del Encuentro, Ada Rico, hasta que no esté reglamentada la ley, todos los femicidas quedan con la patria potestad que «sólo se les suspende mientras están en la cárcel».

Pero ése ni siquiera fue el caso para José Arce, de 67 años, quien no tuvo que pisar un penal. El condenado a prisión perpetua por el homicidio de su mujer Rosana Galliano en 2008 fue beneficiado con la prisión domiciliaria en una casa de Pilar en la que vive con su madre de 87 años, Elsa Aguilar, sentenciada por el mismo crimen, y con los dos hijos que tuvo con la víctima, Gerónimo (14) y Nehuén (13), bajo su tenencia.

Recién a principios de este año, los padres de Galliano y abuelos de los chicos -que reclaman que queden bajo su tutela- pudieron empezar a recuperar el vínculo con visitas todos los fines de semana, tras dos años sin poder ver a sus nietos. Todos los viernes por la tarde los chicos son llevados a lo de Reynaldo y Graciela Galliano, en Caseros, al oeste del conurbano bonaerense, por personal de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf). Quedan allí hasta el domingo por la tarde, cuando son devueltos a Arce y su madre.

«Los chicos están excelentes y la relación con los abuelos es buenísima aunque están en una edad difícil. Cuando tienen que volver a lo del papá y la abuela se bajonean. Durante los dos días del fin de semana que están, el padre y la abuela los llaman cada dos horas y no dejan que los chicos puedan disfrutar. Además no es cualquiera que llama, es el asesino de la madre», contó Oscar Galliano, tío de los chicos.

El pasado fin de semana, sin embargo, no hubo interrupciones porque directamente no hubo visitas. Arce no dejó que sus hijos vayan a lo de los abuelos maternos, a pesar de que sabe que está bajo caución y debe pagar una multa cada vez que los chicos no van. Este fin de semana, Gerónimo, el mayor de los chicos, ya les avisó que tampoco van a ir.

«No sé si Arce sabe lo del proyecto de ley pero el fin de semana pasado no los dejó venir y este tampoco. Están cambiando las jerarquías en la Senaf y no sé si los que están ahora hicieron un arreglo con Arce. Mi mamá tuvo que ceder el fin de semana y el más grande dijo que no van a venir este tampoco. Nuestra abogada pidió que vengan igual. Ahora estamos esperando a ver qué pasa este fin de semana. Desde la Senaf no nos dan explicación alguna», apuntó Oscar. Efectivamente, en la Secretaría de Niñez hubo un cambio de autoridades y ahora quien está a cargo es el secretario de Coordinación y Monitoreo Institucional del Ministerio de Desarrollo Social, Gabriel Castelli.

Otras que apuntan contra la Senaf son las hermanas de Adriana Marisel «Lili» Zambrano, asesinada en 2008 por su ex pareja José Manuel Alejandro Zerda y padre de su hija Josefina, que hoy tiene 9 años. Según Miriam y Mercedes Zambrano, desde la secretaria pusieron a disposición una psicóloga que sólo tuvo una sesión con la nena y dijo que estaba para darle el alta. Josefina tenía 9 meses cuando su papá atacó a su madre a golpes de puño y patadas en su casa en Palpalá, Jujuy. Luego de pegarle en la cara y en la cabeza, Zerda se retiró dejando a Marisel muerta en la cama, con pérdida de masa encefálica, al lado de la beba. Sólo recibió 5 años de prisión por homicidio preterintencional porque para la Justicia no tuvo la intención de matarla.

Hoy la nena tiene problemas respiratorios, de obesidad y cambios anímicos que se ven reflejados en su rendimiento en el colegio. Así y todo está obligada por la justicia a ver a su padre cuatro veces por semana hasta que cumpla los 18 años. La tenencia definitiva la consiguió el año pasado la abuela materna.

«La nena tiene días que quiere ir y otros que no, que le sube la fiebre y vomita. Cuando se pelea con él también baja las notas», contó Mercedes. En cuanto a la cuota alimentaria, dijo que Zerda sólo pagó un mes, a pesar de que cobraba un subsidio en la cárcel por la nena. La mantienen las tías, el tío Marcelo que le paga la prepaga y el abuelo materno.

«No nos interesa la plata pero el abogado nos decía que era importante la ayuda. Ahora tenemos que buscar una psicóloga porque la que tenía por Galeno se fue. Necesita una psicóloga porque varias veces el estado de ánimo le cambia. Es la hija pero él la psicopatea. Es el padre pero no parece que lo fuera. Hay muchas ‘Lilis’ e hijos que no necesitan estar con una persona que ha asesinado a su madre y ser objeto de violencia psicológica. Él la insulta con el peso. Hay cosas que le dice que no puede decirle un padre», agregó Miriam.

El problema en este caso, según Ada Rico, es que la jueza a cargo no escucha a la nena de 9 años. «Él tiene un hijo de 8 años con otra pareja y le dice a la nena que él sí es su verdadero hijo y ella no. Yo conocí a Josefina hace unos años y en presencia de cualquier intercambio de opiniones o discusión cerraba los ojitos y decía ‘¡no, no, no!’. Tenía meses cuando asesinaron a Marisel y mirá cómo le repercutió. No debería estar obligada a ver al padre».

Según el último informe de la Casa del Encuentro, en 2016, hubo 290 femicidios en el país y 401 hijos perdieron a sus madres.

 

 

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas