¿Qué alimentos preferir y cuales evitar si padeces de acné?

El acné es una enfermedad de la piel que se caracteriza por la aparición de granitos o puntos negros principalmente en el rostro, pecho y espalada. Es típico de la etapa de la adolescencia, debido a que influyen los cambios hormonales en su aparición, pero, no obstante, hay quienes lo padecen a otras edades.

Además de los factores hormonales, ambientales, cosméticos, medicación y otras causas comunes, la alimentación, si bien, todavía no hay evidencia científica que demuestren que sea una causa, sí se ha demostrado que está relacionada con el acné, debido a que hay alimentos que aumentan la aparición de granitos y/o dificultan el tratamiento. Los aspectos más importantes en este sentido son:

Evitar alimentos con altas concentraciones de azúcar: al tener índice glucémico elevado, es decir que aumentan los valores de glucemia en mayor medida que otros, luego de consumirlos, promueven a un estado inflamatorio, que empeora el cuadro de acné. Por lo tanto, se debería evitar el azúcar de mesa, dulces compactos, jaleas, mermeladas comunes, golosinas, chocolates, miel, dulce de leche, gaseosas, entre otros.

Evitar alimentos procesados como embutidos, galletitas, comidas pre-cocidas, jugos y bebidas enlatadas, muchos de los cereales azucarados, entre otros productos. La razón es porque la mayoría contienen grasas hidrogenadas, altos niveles de sodio y mucho azúcar o jarabe de maíz. Además, pueden contener otros químicos como colorantes, conservantes, etc.

Evitar frituras, manteca, crema de leche, margarina y lácteos enteros: el gran contenido de grasas saturadas y trans de estos productos empeoran el acné, ya que inflaman las celulas.

No abusar del café, debido a que la cafeína también es proinflamatoria.

Evitar picantes, como pimienta o pimentón, ají, etc.

Pero, ¿qué alimentos son beneficiosos?

  • Frutas y verduras de todo tipo, debido a su contenido de agua, fibra, minerales y vitaminas.
  • Elegir lácteos descremados, así aprovechamos sus vitaminas A y D y el Calcio.
  • Grasas saludables: mediante el consumo de aceites vegetales de oliva, canola, girasol alto oleico, frutos secos, semillas, pescados de mar.
  • Alimentos integrales, debido a que contienen mayor cantidad de fibra, vitaminas y minerales y menor índice glucémico que las harinas refinadas.
  • Consumir abundante agua, al menos 8 a 10 vasos por día, además de jugos naturales sin agregado de azúcar.

Es fundamental consultar con un dermatólogo/a para iniciar un tratamiento adecuado a cada individuo, el cual considerará medicamentos o terapias estéticas necesarias. Estas recomendaciones son generales, desde el ámbito de la nutrición.

Por la licenciada Romina Krauss – M.P. N° 147

 

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