¿Qué alimentos debes evitar si tenes retención de líquido?

Nuestro cuerpo está compuesto por un 70% agua: dos terceras partes de ese porcentaje se encuentran en el interior de las células, y el resto está en el exterior, ya sea en los vasos sanguíneos, o entre las células. Para mantener este equilibrio, el organismo dispone de un sistema que regula la filtración y la reabsorción de agua entre los vasos, tejidos y espacios intersticiales. Este sistema se basa en la presión osmótica (que tiende a conducir el agua más concentrada, que se encuentra en el centro, hacia la menos concentrada) y en la presión hidrostática (generada por el sistema cardiovascular). Sin embargo, a veces este sistema falla y el agua que se infiltra en los tejidos queda ahí acumulada: y eso es lo que conocemos como retención de líquidos.

Las causas de este trastorno pueden ser varias, como, por ejemplo, la ingesta excesiva de sodio, alteraciones hormonales, como ocurre en el embarazo, problemas renales, hipertensión, sedentarismo, factores climáticos, como las altas temperaturas y algunos medicamentos, entre otros. Los síntomas clásicos son los edemas o “hinchazón” de los pies, piernas y manos, especialmente, pero también se puede observar en la cara y el abdomen.

Cabe destacar que en primer lugar, ante la aparición de los síntomas, debemos acudir a un profesional para realizar el diagnóstico y tratamiento adecuado. Pero, en cuanto a la alimentación, los aspectos que debemos tener en cuenta son:

Disminuir la ingesta de sodio: debemos disminuir el agregado de sal a las comidas, pero, además, evitar el consumo de alimentos y bebidas ricas en sodio, como:

  • Fiambres y embutidos en general
  • Quesos de pasta dura
  • Caldos concentrados y sopas en sobre, comunes (hay algunas reducidas en sodio).
  • Productos enlatados y en conserva: atún, caballa, aceitunas, choclo, palmitos, picles industriales, etc.
  • Salsa de soja
  • Aderezos como mostaza, mayonesa, salsa golf, etc.
  • Anchoas
  • Papas fritas, chizitos, palitos salados, maní salado, etc.
  • Galletitas saladas
  • Panificado de panadería: chipitas, bizcochos de jamón y queso o de queso, entre otros.
  • Bebidas gaseosas, a pesar de ser dulces contienen gran cantidad de sodio.

Aumentar la ingesta de Potasio: a través de frutas y verduras de todo tipo, al menos 3 a 4 porciones diarias.

No es necesario restringir el consumo de agua, al contrario, debemos estimular su eliminación con aporte adecuado, también podemos sumar jugos naturales diluidos, infusiones suaves como té verde, tizanas, mate, mate cocido, etc., ya que suelen tener un efecto diurético.

Además, de las indicaciones del médico tratante, debemos saber que además de una alimentación sana, la actividad física es buena aliada contra la retención de líquidos, entre tantos otros beneficios que brinda a nuestra salud.

Por la licenciada Romina Krauss – M.P. N° 147

 

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