Masacre de Panambí: vuelven a ratificar la validez de la declaración que prestó Cristian Knack días antes de morir

El Tribunal Penal de Oberá rechazó los planteos de nulidad que habían presentado contra la declaración que días antes de morir prestó Cristian Knack y contra la llamada anónima que orientó a los investigadores hacia San Javier, localidad donde residían los tres acusados que tiene la causa abierta por la llamada Masacre de Panambí. Ante la negativa, la parte interesada puede acudir ante el Superior Tribunal de Justicia. Si esto ocurre, el inicio del debate oral se dilataría.
Actualmente, las actuaciones están siendo tramitadas de cara a la realización del juicio, que pretenden realizar este año los camaristas Francisco Aguirre, Lilia Avendaño y José Pablo Rivero.
El planteo de nulidad lo había hecho el penalista Ramón Grinhauz, abogado del chapista Marcial Alegre.
No es nueva la estrategia de Alegre de pedir que no se tenga en cuenta ambas pruebas. El rechazo a la testimonial de Cristian, que se llevó a cabo en el hospital Madariaga, donde se encontraba internado en estado crítico, tiene que ver que se hizo sin la presencia de la jueza Alba Kunzmann de Gauchat ni de su secretario. En las distintas instancias anteriores (juzgado de Instrucción y Cámara de Apelaciones), recursos similares habían sido rechazados sistemáticamente.
El otro pedido desestimado tenía que ver con la llamada anónima que alertó a los detectives sobre la pista San Javier. El abogado sostuvo que un anónimo no puede ser el pilar de una acusación tan grave como la que pesa sobre su defendido.
La cuestionada llamada, que se hizo desde un locutorio de Alem el 26 de mayo de 2014, llevó a los detectives hasta San Javier, donde detuvieron al ex prefecturiano Pablo Julio Paz y a Juan Ramón Godoy, luego de un allanamiento en el taller de Alegre, arrestado días después en Garupá, donde estaba oculto.
Los tres sospechosos recibieron la prisión preventiva por el atraco que sucedió en una casa del kilómetro 7 de la ruta provincial 5, en Panambí, el 25 de mayo de 2014. Ese día, una banda de cinco asaltantes copó la casa del maderero Oscar Carlos Knack (43) y lo tomó de rehén, junto a su mujer Graciela (42) y dos de los hijos del matrimonio, Bianca (12) y Cristian (25). Después de despojarlos de unos 300 mil pesos provenientes de una carga de madera que habían vendido, les prendieron fuego a las víctimas. Con el correr de los días, todos murieron.
Cristian Knack dejó de existir el 30 de junio a las 14.30. Días antes declaró ante una comisión policial, teniendo como testigos a su tío y a una enfermera, lo que sucedió el día de la barbarie.
Si bien la declaración aportó detalles en cuanto a la cantidad de asaltantes, la saña con la que actuaron y el horario y la secuencia en la que ocurrieron los hechos; fueron distintas pericias las que complicaron a los sospechosos.

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