El hermano de Araceli denunció que «la policía no la quiere encontrar»

A 20 días de la desaparición de Araceli Fulles siguen surgiendo pistas y personas que aseguran haberla visto, la buscan por todos lados pero no aparece. En una entrevista, su hermano, Marcelo, desmintió la versión de un camionero que afirmó haberla llevado en Entre Ríos y aclaró: «Es para desviar toda la investigación».

«No quieren encontrarla», sostuvo el joven y volvió a apuntarle al «narcotráfico o la trata de blancas» por la desaparición de su hermana. Fulles cuestionó también el trabajo de la policía porque «llegan tarde a los allanamientos».

“La información que a mí me llega es que ella sigue viva, está con alguien amenazada. Araceli está viva, yo lo siento. Es algo obvio que no la quieren encontrar, porque ya saben quién la tiene”, manifestó en la radio.

Mientras tanto, siguen los rastrillajes en busca de la joven, con quien nadie volvió a tener contacto desde el sábado 1° de abril. En las últimas horas perros rastreadores señalaron a un Ford Falcon estacionado en San Martín en el que se encontró un esmalte pero, según su mamá, no sería de ella.

La versión del camionero

El hombre se presentó espontáneamente el miércoles último en la fiscalía y contó que llevó a Araceli y a un joven hasta Ceibas. Según su relato, esto ocurrió el 3 ó 4 de abril y le habrían dicho que sus planes eran seguir hasta Misiones para después llegar a Brasil.

Después de 19 días de búsqueda, la mamá de la joven de San Martín por primera vez apuntó también las sospechas hacia el novio de Araceli, con quien la habrían visto unas horas antes de su desaparición. «Lo veo llorar, pero no me conmueve», le manifestó Mónica a los medios.

La última vez que tuvieron contacto con ella fue el sábado 1° de abril. Había salido para ver a unos amigos y cerca del mediodía le mandó un mensaje a su mamá diciéndole que preparara la pava para el mate porque ya estaba en camino. Pero no llegó.

El martes durante un operativo que se hizo con perros rastreadores a unas cuadras de la casa de la familia, en Villa Ballester, encontraron un estuche con cosméticos que, aunque su mamá no reconoció, tenía inscripciones con la letra de la chica.

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