Semana Santa: “Dejemos morir al hombre viejo” dijo el Monseñor Martínez en la misa realizada ayer en la Catedral de Posadas

Ayer se celebró el Domingo de Ramos y comenzó la Semana Mayor de los cristianos, la Semana Santa. Juan  Rubén Martínez, Obispo de la Diócesis de Posadas presidio  la misa con bendición de Ramos en la Catedral San José.

 

La catedral se encontraba llena de fieles, la ceremonia fue concelebrada por los sacerdotes Padre José Luis Fernández, Padre Sebastián Escalante y el Padre Domingo Rendiche.  Acompañaron también los jóvenes que realizan  sus estudios en el Seminario Diocesano Santo Cura de Ars.

 

Al comenzar la celebración, Monseñor Juan Rubén realizó la bendición de ramos adentro del templo con una pequeña procesión. Y luego se llevó a cabo la misa.

 

 

Durante la homilía, Monseñor llamo a “Morir al hombre viejo, cambiar las cosas que nos hacen mal y dar paso al hombre nuevo que predica a Cristo Resucitado y que quiere cambiar todos los ambientes”

Algunos fragmentos de la Homilía:

“En un domingo como hoy la liturgia establece que tengamos una breve reflexión, ya que la lectura ha sido elocuente. Estos textos que escuchamos de la palabra nos enseñaran y nos harán sentir la semana santa.

Jesús sabía que iba a subir hasta Jerusalén, sabía que estaba llegando su tiempo, por eso estaba  en la zona, por eso justamente estaba en Galilea. En ese momento el mismo sube a Jerusalén porque él sabía que tenía que cumplir con la voluntad de su padre, “La Pasión”.

Tenemos que vivir este tiempo no como un espectáculo, sino como un tiempo para alimentar nuestra Fe, tiempo para ser discípulos y discípulas que quieren internalizar el misterio de la Pascua a nuestras vidas.

En esta semana santa estamos llamados a incorporar las cosas que tenemos que cambiar y que cosas no tenemos que cambiar pero si fortalecer. En esta semana tenemos que aprender que tenemos que morir para poder resucitar.

Rezaremos en esta semana santa por tantas sombras que hay en nuestra sociedad, por tantas estructuras de pecados que hay y que terminamos siendo parte, porque el pecado es parte de lo que somos. Recemos por los que son víctimas de adicciones, víctimas de daños ocasionados por el sufrimiento. Justamente por ellos rezaremos junto a Jesús en el monte.

Pidamos en esta semana santa  tratar de morir, cambiar para vivir. Y pensemos que esta Pascua no estará completa si no podemos encender el cirio de algo nuevo.

La pascua es la certeza de la esperanza, este caminar de semana santa es tener la certeza de la esperanza para ser protagonista de un tiempo mejor. Estamos llamados a ser pascuales, mejorar nuestros criterios, nuestras opciones para ser mejores cristianos. Vivamos la semana santa para poder ser testigos de nuestra fe y de nuestraesperanza, pero sobre todo siendo luz para quienes lo necesiten”.

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