El presunto asesino de Micaela García, Sebastián Wagner, tenía esa sugestiva frase en su estado. En su foto de perfil se lo ve abrazado a una mujer y con un vaso de cerveza. Al ser detenido, los investigadores hallaron sus dos números de celular en un papel, más de mil pesos en efectivo y un revolver calibre 32, con el que se habría intentado suicidar al ser cercado por los efectivos.
El presunto asesino de Micaela García estuvo online hasta el martes último a las 4.59 de la madrugada, cuando centenares de policías ya lo buscaban por las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires. Además, Sebastián Wagner eligió una sugestiva frase para su cuenta de WhatsApp: «Me gusta la vida», que estaba acompañada del emoticón del pulgar para arriba.
En la casa donde fue detenido, la policía secuestró anotaciones con números de teléfono, direcciones y contraseñas. En los papeles, que guardaba en su billetera, figuran los dos celulares que estaba usando el por entonces hombre más buscado del país: «El que uso mío 2» y «Mío 1».
En su cuenta de WhatsApp, Wagner había elegido como foto de perfil una en la que se lo ve abrazado a una mujer y con un vaso de cerveza en la mano. Esa misma imagen es la que compartió el 8 de marzo en su cuenta de Facebook, la red social donde registraba mayor actividad.
Los investigadores también le encontraron 1.117 pesos en efectivo y un viejo revólver calibre 32 largo sin numeración visible, que aparentemente intentó accionar cuando se vio rodeado por los efectivos.
«No podía creer que estuviera libre», dijo el hermano de Sebastián Wagner
La madre de Micaela, sobre el juez Rossi: «No lo odio, él tendrá su conciencia»
