Era su primera salida solos después de haber tenido su segunda hija. Fueron a un recital, después pasaron por un bar, tomaron algunos whiskys. Ya en el auto, mientras volvían a su casa en Florida la temperatura fue subiendo y entre besos y toqueteos se fueron sacando la ropa. La borrachera les impidió darse de cuenta del peligro que corrían y hacían correr a otros automovilistas. Mientras tenían relaciones sexuales con el auto en movimiento, él perdió el control y terminaron impactando contra un canal de riego. Ninguno de los dos tenía cinturón de seguridad: ella murió y él acaba de ser condenado a cinco años de prisión.
Matthew Notebaert, de 33 años, y Amanda, de 31, se conocían desde la adolescencia y llevaban ya 10 años de casados al momento de la fatídica noche de marzo de 2014. Tenían dos hijos, uno de nueve y una recién nacida.
Según el informe de toxicología, Notebaert tenía en sangre el doble del nivel de alcohol permitido y rastros de marihuana. Durante el juicio, él contó que cuando comenzaron a intimar frenó el coche para que Amanda se subiera en su regazo. Y que después de eso no recordaba nada más. Los servicios de emergencia los encontraron a ambos desnudos de la cintura para abajo.
“Me siento devastado por la muerte de Amanda. La extraño mucho y preferiría morir que estar sin ella, pero tengo dos hijos que no veo hace 3 años y los amo”, dijo luego de escuchar su sentencia el hombre, quien quedó con graves secuelas en sus piernas tras el accidente.
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