«No pueden pasar otros 25 años y que los asesinos continúen en Teherán»

Con el tradicional acto en la plaza seca de Arroyo y Suipacha, en esta capital, se conmemoran los 25 años del atentado terrorista contra la embajada de Israel en Buenos Aires, que en 1992 dejó un saldo oficial de 22 muertos.

 

La ceremonia comenzó formalmente a las 14.50, la hora en la que la explosión destruyó la sede diplomática y afectó edificios aledaños y se convirtió en uno de los mayores ataques terroristas internacionales perpetrados en la Argentina, junto con el ataque a la mutual judía AMIA, en 1994, que provocó 85 muertes.

 

Ambos hechos permanecen impunes, sin culpables tras las rejas, aunque en las investigaciones se haya determinado que la perpetradora haya sido la organización terrorista proiraní Hezbollah.

 

 

Del arco político están presentes la vicepresidente Gabriela Michetti, el gobernador de Tucumán Juan Manzur, los ministros de Seguridad Patricia Bullrich, de Relaciones Exteriores Susana Malcorra y de Cultura Pablo Avelluto, el titular del sistema de medios Públicos Hernán Lombardi, el vicejefe de Gobierno porteño Diego Santilli, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, la subsecretaria de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural Pamela Malewicz, el secretario de Gobierno y Relaciones Internacionales Fernando Straface, el embajador de Israel en la Argentina, Ilán Sztulman.

 

Yuval Rotem, funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, pronunció un sentido mensaje en el que apuntó contra Irán: «Planificó el atentado mediante su brazo ejecutor, Hezbollah». «El terrorismo iraní no tiene freno». subrayó. Además solicitó que la Justicia no sólo persiga a quienes perpetraron el ataque, sino también a quienes lo financiaron.

 

Ilán Sztulman, embajador de Israel en la Argentina, también apuntó contra Irán. «No podemos transcurrir otros 25 años y que los asesinos sigan en Teherán como si nada hubiera pasado, difundiendo esta ideología obscena que glorifica la muerte y no la vida».

 

El atentado a la embajada de Israel se produjo el 17 de marzo de 1992, cuando transcurría el primer gobierno de Carlos Menem, y dejó como resultado 22 muertos según las cifras oficiales, aunque por restos encontrados luego se calcula que las víctimas fatales ascenderían a 29.

 

Gabriel Pichón, uno de los sobrevivientes del atentado a la embajada de Israel, reclamó hoy «no olvidar, porque olvidar es morir dos veces». «Pedimos y seguiremos pidiendo descubrir y enjuiciar a los responsables intelectuales y materiales de la masacre y volvemos a exigir a los jueces de la Nación hacer justicia de una vez y para siempre», pidió. Pichón advirtió además que «el atentado fue un atentado contra todos los argentinos», ante las expresiones de que fue un ataque solo contra Israel.

 

La vicepresidente Gabriela Michetti informó que este viernes senadores y diputados firmaron una resolución para levantar el secreto de las sesiones que se realizaron en la Comisión Bucameral de Seguimiento de la investigación del atentado.

 

Esta mañana, el presidente Mauricio Macri recibió a familiares de víctimas y sobrevivientes del atentado. Durante el encuentro, realizado en la Quinta de Olivos, expresó que «finalmente» se comprendió que «no fue un atentado a la comunidad judía» sino contra «todos los argentinos».

 

El Gobierno destacó que es la primera vez que familiares de las víctimas y sobrevivientes del ataque vienen especialmente desde Israel a la Argentina para reunirse con un presidente.

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