El Banco Macro inauguró el jueves una nueva sucursal en San Vicente que duplica en prestaciones y tecnología a la que funcionaba en esa ciudad. Del acto oficial participó el presidente de la entidad, Jorge Brito, una de las voces más escuchadas del sector financiero argentino. Luego de recorrer el nuevo edificio y charlar con empleados y vecinos, brindó una breve rueda de prensa en la que pidió a dirigentes políticos de todos los partidos, que acuerden “cinco o seis puntos programáticos centrales” para establecer políticas de estado que trasciendan administraciones y evitar así discusiones interminables.
Propuso que uno de esos puntos podría ser reducir el déficit fiscal, al que consideró muy encima del nivel que podría considerarse “aceptable” para un país como Argentina. “Hay que seguir trabajando en ajustes de la política económica que llevaba el gobierno anterior que quedaron pendientes. Entiendo que es difícil hacer todo junto, que aumentar tarifas no es sencillo, pero hay que tener en cuenta que el déficit fiscal que tiene Argentina no es aceptable y que el Banco Central con política monetaria no soluciona el tema fiscal. Para no tener inflación la política monetaria puede ayudar, pero lo central es no tener déficit. Es como la economía personal, si vos gastás más de lo que te ingresa, en algún momento vas a tener problemas», dijo.
Esa brecha entre lo que ingresa y lo que se gasta, se viene cubriendo con endeudamiento, que el año pasado alcanzó los 50.000 millones de dólares y este año llegaría a una cifra similar. Para Brito, a corto plazo ese nivel de endeudamiento no representa un problema, porque la deuda argentina medida respecto a su PBI todavía es baja, pero advirtió que hay que empezar a pensar en cómo reducir el déficit.
En ese sentido, destacó que si se mide en términos objetivos, este año el Gobierno no consiguió reducir el déficit porque la única baja que se logró se explica por el dinero que ingresó por el blanqueo. “En este año electoral, no se pueden pedir muchos ajustes al Gobierno, pero en 2018 hay que hacer las cosas que no se hicieron”, reclamó.
Pese a los problemas que señaló, el banquero estimó que este año la economía crecería entre 2,5 y 3 por ciento, dato que consideró “esperable” teniendo en cuenta que durante los últimos cuatro años no hubo crecimiento.
Sin consumo no hay crecimiento
El presidente del Macro se diferenció del discurso que asocia al incentivo al consumo con cierta forma de populismo y remarcó todos los países que crecieron en las últimas décadas lo hicieron apoyados en un mercado interno fuerte. “Si miramos a Estados Unidos, por ejemplo, su gran crecimiento en los últimos 80 años fue en base al consumo. Yo no creo que haya país en el mundo que pueda crecer si no es en base a un mercado interno fuerte, así creció Brasil y Argentina”, indicó. “Es muy difícil en el mundo que vivimos, donde cada vez compran menos, pensar en un país que crezca solamente con exportaciones. La exportación es un componente, pero el tema central es el mercado interno”, completó.
Brito, quien recordó que es producto agropecuario, señaló que Argentina tiene problemas de competitividad, pero se mostró poco afín a corregir ese problema con una devaluación, en cambio propone reducir costos logísticos y laborales “pero sin tocar los salarios de los trabajadores”, aclaró.
“No creo en la devaluación per se, yo creo en la palabra competitividad y siempre pongo el mismo ejemplo, porque lo vivo en carne propia hace muchos años. Yo soy productor, en Salta, en Joaquín V González, en el departamento de Anta. Produzco soja, esa soja llevarla al puerto de Rosario significa 30 por ciento de flete. Yo podría estar pidiendo un 30 por ciento de devaluación para compensar eso. Pero eso modificaría toda la economía Argentina. Lo más razonable es pensar que haya un Tren Belgrano para que ese flete me salga un 10 por ciento y así reduzco mi costo a un 20 por ciento. Esto es lo que tenemos que trabajar, bajar el costo de la Argentina”, dijo.
La nueva sucursal del Banco Macro: un gran avance para San Vicente
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