Por Patricio Downes
“Yo me siento un sacerdote de Misiones y siempre practico la misa misionera, toda la semana, y solo algún domingo lo dejo para mí”, dijo el músico Ramón Ayala al recibir un homenaje en el Senado de la Nación. Allí la senadora misionera Sandra Giménez anunció la presentación de un proyecto de ley que fija el 10 de marzo como “Día Nacional del Gualambao”, el ritmo explorado y creado por el autor de “Canto al Río Uruguay”.
Ramón Ayala reveló que nunca pudo ingresar a EE.UU. por estar en una “lista negra” de artistas rechazados por el gobierno de ese país. “Hubiera preferido estar en una lista de color diferente, verde por ejemplo”, bromeó. También relató su encuentro con Ernesto “Che” Guevara en Cuba, quien le relató que él y sus hombres cantaban “El Mensú”, cuando combatía contra la dictadura de Batista en Sierra Maestra.
La elección del 10 de marzo es un homenaje para el autor y cantante quien este mes cumplió 90 años. “Es ese llamado interior que te impele a buscar para tu vida y la vida de tus comprovincianos, tu gente querida, una voz propia. Y de ahí nació el gualambao y todas estas canciones que tienen que ver con la tierra misionera, el lugar más lindo del mundo”, señaló Ayala al agradecer el homenaje.
La senadora Giménez, junto a la directora de Cultura del Senado, Liliana Barela, entregó a Ayala una réplica de la escultura de Andresito, creada por Gerónimo Rodríguez, que se encuentra en la Costanera de Posadas. También una medalla artística enviada por la vicepresidenta Gabriela Michetti, quien se disculpó por no poder asistir.
La legisladora de Misiones agradeció el trabajo realizado por la doctora Carolina López Forastier al organizar el acto en honor a uno de los máximos artistas de Misiones. También asistió el senador Juan Manuel Irrazábal y los diputados Luis Pastori, de Cambiemos, y Jorge Franco, titular del bloque de la Renovación misionera en la Cámara de Diputados.
El músico explicó que el Gualambao “es la selva, no hay otro ritmo que identifique más el cuerpo y el sonido selvático. La tierra tiene que parir con sus propias voces, pero el único que puede hablar es el hombre que tiene la palabra. Y nosotros tenemos la obligación de oír la tierra.Noté que nuestra tierra misionera adolecía de una voz propia hasta ahora, porque tenía el chamamé que venía de Corrientes, la galopa que viene de Paraguay, el chotis de Brasil; una cantidad de ritmos que cercan a Misiones por sus costados limítrofes”.
El autor de “Canto al Río Uruguay” agregó que “esto es maravilloso pero Misiones es un centro latente de ritmos que están temblando en su paisaje, los tomé, les hice un nudo, antes que nadie se diera cuenta, y surgió el gualambao, nació otro ritmo”.
“En Cuba me encontré con el Che Guevara, quien seguía trabajando por la noche y descansaba de día. Estaban también Salvador Allende, Rodolfo Walsh. Y me contó: ‘Yo he cantado en los fogones de Sierra Maestra con mi guitarra tu canción, El Mensú’. Era una canción que me atraía mucho”, relató.
El artista dijo que, para Guevara, ‘El Mensú’ “tenía un significado que me atraía muchísimo, por su significado de un grito de libertad, de esperanza, del trabajador de los yerbales, de los mensúes. Y como coincidía con mis sentimiento, por ese motivo yo la quiero”.
Vamos en un vehículo espacial que se llama Tierra, girando alrededor del sol, por eso es importante este momento. Vivir intensamente cada momento de nuestra vida es lo único que puede salvarnos. Todo lo demás es una porquería: el oro, los brillantes, el petróleo; hay que vivir cada instante de la vida intensamente”.
El proyecto de ley fue presentado en el Congreso de la Nación por la senadora misionera Sandra Giménez, durante un acto de homenaje a la trayectoria del autor de El Mensú, Posadeña Linda, Canto al Río Uruguay y El Cosechero, entre otras obras que ya forman parte del repertorio folklórico argentino.
“Es el ritmo de la selva”, dijo un Ramón Ayala emocionado, luego de recibir copia del proyecto de ley. También hubo un momento de gran emoción cuando la senadora Giménez, con lágrimas en los ojos, rogó que la figura y la trayectoria del artista –cuyas letras relatan la dura vida del mensú – “traigan de nuevo la paz a Misiones”. Se refería al conflicto yerbatero.
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