Resistencia: investigan al dueño de una panchería por millonarias maniobras de evasión y lavado

El fiscal federal de Resistencia, Patricio Sabadini, imputó a una mujer y a su hijo por lavado de activos, evasión fiscal y violaciones al régimen penal cambiario, luego de constatar que sus ingresos como propietaria de una panchería y vendedor minorista de libros, respectivamente, no se correspondían con las millonarias operaciones en pesos y dólares que realizaban en el país y en Paraguay. La Fiscalía detalló que, entre otras maniobras detectadas, ambos contribuyentes falsearon sus declaraciones juradas del impuesto a las Ganancias ante la Bolsa de Valores del Chaco para operar, durante las restricciones cambiarias, en la compra de títulos en pesos y su posterior venta en dólares.
La causa judicial, en la que Sabadini impulsó la acción penal el 1° de marzo pasado, se inició por una denuncia formulada por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), como consecuencia de un procedimiento de fiscalización sobre el hombre ahora imputado. Dicha fiscalización se vio motivada por llamativos movimientos bancarios registrados por el contribuyente, quien posee cuentas bancarias en pesos y en dólares en múltiples entidades bancarias: sólo durante 2015, registró acreditaciones por más de $11 millones, mientras que su cuenta en dólares alcanzó el equivalente a 6,9 millones de pesos. En paralelo, durante todo ese año, registró un considerable incremento de consumos en el exterior con tarjetas de crédito y débito, que pasó de $4.803 en 2013 a $2.194.216 en 2015, en operaciones realizadas principalmente en comercios de electrónica ubicados en Asunción, Paraguay.
Durante el período fiscalizado por la AFIP, el ahora imputado había declarado como toda actividad la venta de libros bajo la modalidad “puerta a puerta”, con un domicilio fiscal que se corresponde con un local de comidas rápidas que estaría a cargo de su madre. La inspección concluyó así que los ingresos y el gran movimiento bancario, así como la adquisición de bienes bajo el período analizado no se condecían con la actividad y capacidad económica de los ahora imputados, sino que resultaban producto de maniobras de compra y venta de dólares.

Cómo eran las maniobras
Entre el 29 de septiembre y el 10 de diciembre de 2015, período en que se encontraba en vigencia la restricción a la compra de divisas, el imputado operó en la Bolsa de Comercio de Chaco adquiriendo bonos nacionales que inmediatamente vendía para obtener moneda extranjera, operatoria comúnmente denominada “dólar Bolsa”. En total, los depósitos para adquirir títulos sumaron más de $3 millones, en compras y ventas que se realizaban en el mismo día o con pocos días de diferencia unas de otras. Ahora bien, a partir de la documentación requerida a la Bolsa de Comercio se pudo constatar que los imputados presentaron Declaraciones Juradas de Ganancias que no se corresponden con las presentadas ante la autoridad tributaria, adulterando tanto su contenido como el acuse de presentación de la AFIP-DGI, en los cuales se consignaron montos de ganancias muy superiores a los realmente declarados.
La otra forma de obtener divisas era a partir de compras con tarjetas de débito en el exterior: ambos imputados registran un fluido movimiento migratorio con destino a Paraguay. De hecho, durante 2015 estas compras alcanzaron un importe superior a los 2,1 millones de pesos. El círculo económico de las maniobras ilícitas se cerraba con la venta de dólares a la cotización “blue”, es decir, en el mercado ilegal, ya sea en la plaza local o en Paraguay.

Calificación legal
El requerimiento de elevación a juicio destaca el carácter de habitualidad que asumieron las maniobras ilícitas descriptas, las cuales –lejos de constituir una acción sola y aislada- se sucedieron en un período de tiempo determinado. De acuerdo al representante del MPF, de los hechos analizados puede identificarse “una maniobra secuencial pergeñada por los imputados para concretar el lavado de activos de origen delictivo de importantes sumas de dinero, mediante la adquisición de dólares estadounidenses para posteriormente comercializarlos en el mercado ilegal de divisas, obteniendo un gran margen de ganancia ilícita, la que se volvía a inyectar en nuevas operaciones de compra de dólares, como así en la compra de bienes- automotores-, operaciones mediante las cuales el dinero espurio ingresa en el circuito legal bancario,- registral en el caso de bienes muebles registrables- adquiriendo la apariencia de licitud que la norma requiere en tanto resultado de peligro concreto”. Durante el período fiscal 2015, el imputado adquirió tres automotores por un valor aproximado a de $500.000.
El fiscal federal Patricio Sabadini encuadró la conducta de los imputados en el delito de lavado de activos agravado por la habitualidad (art.304 inc.2 del CP), evasión fiscal simple e infracción al Régimen Penal Cambiario.

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