Los investigadores tratan de determinar quién disparó. Sucedió en Córdoba.
La mujer estaba sobre la cama con un balazo en la cabeza y al lado, en el piso, el cuerpo del hombre que también tenía una herida de arma de fuego en el cráneo. Los hijos de la pareja jugaban en la planta baja de la casa donde vivían, en la localidad cordobesa de Las Higueras, cuando el estruendo de los disparos les cambió la vida para siempre.
Fueron ellos, dos menores de edad y uno mayor, quienes salieron en ese momento a pedirle ayuda a los vecinos. Viviana Santillán una mujer policía de 36 años, ya estaba muerta y su esposo, Adrian Ochoa militar de la Fuerza Aérea y diez años mayor que ella, murió minutos después, cuando recién lo ingresaban en el Hospital San Antonio de Padua.
La pistola 9 milímetros y varias vainas del mismo calibre quedó abandonada en el lugar y hasta el momento, los investigadores descartan que haya estado involucrado un tercero. Los disparos fueron tres y salieron todos de la misma arma. Lo que intentan determinar ahora es quién disparó primero y quién tomó la decisión de suicidarse después.
La secuestraron, la hicieron esclava sexual y la sacrificaron en un ritual satánico. Tenía 15 años
Le hicieron un ritual de iniciación con manteca de maní y casi termina muerto
