Pasado, presente y futuro de las exportaciones de industrias madereras de Misiones

Las exportaciones de madera de Misiones, que junto con las de Corrientes representan más del 95% del total de este producto a nivel nacional -concentrándose en la misma proporción en la especie pino elliotis/taeda-, sufrieron en los últimos quince años un deterioro muy importante.

A partir de la salida del uno a uno y la devaluación del año 2001, el sector maderero se vio en condiciones de poder comenzar un período de apertura de mercados internacionales para sus productos, incrementando las exportaciones de U$ 27.5 millones en el 2001 a más U$ 130 millones en el año 2006. En el año 2015 las exportaciones tocaron un piso de U$ 52 millones, el mínimo desde el año 2001, teniendo un potencial a precios actualizados que supera los U$ 200 millones anuales.

 

Sólo en Misiones, unas cuarenta industrias volcaban parte de su producción a mercados externos, con productos de valor agregado y estableciendo una marca de Madera Argentina que no existía años antes. Las industrias en esos años, para cubrir el mercado local y sus exportaciones, trabajaban dos a tres turnos diarios.

Durante la crisis inmobiliaria de Estados Unidos del año 2007 y la posterior crisis internacional del año 2009, las ventas al exterior sufrieron una disminución de un 50%. Esta situación se debió a la menor demanda, y se reflejó también en las exportaciones de otros países con los que competimos como Brasil y Chile.

 

La gran diferencia con estos países con los que Argentina compite a nivel internacional por el tipo de producto y mercados que compran pino, es que tanto Brasil, como Chile, y recientemente Uruguay, a partir del año 2010 fueron recuperando sus volúmenes de venta y en pocos años volvieron a sus niveles previos a la crisis, o incluyo los aumentaron, es decir, el mercado se recuperó.

 

El único país que no pudo acompañar esta reactivación fue Argentina, pero no por factores externos, sino por cuestiones de economía interna que comenzaron en el año 2010, profundizándose gravemente a partir de 2011, como lo fue la inflación, el cepo al dólar y la estabilidad y pérdida del dólar respecto a la inflación. Esto redundó en incrementos de costos logísticos en dólares para todas las economías regionales apartadas del puerto de Buenos Aires.

A esto hay que agregarle la falta de acompañamiento de los gobiernos nacionales y provinciales, con el mantenimiento de retenciones a la exportación y la incorporación del cobro de impuestos a los Ingresos Brutos a la exportación y tasas forestales también aplicadas a productos que van a destinarse a la venta en otros mercados.

 

Si bien los industriales intentaron mantener los mercados que tanto costó desarrollar, año a año fueron disminuyendo las empresas que pudieron mantener los mismos, hasta llegar a niveles inferiores incluso a los de la crisis del año 2009.

Esta caída de las ventas al exterior generó en Misiones un impacto que fue poco difundido, pero que se ve reflejado en el último Informe sobre la Situación del Sector Foresto Industrial de la Provincia de Misiones, publicado por el IPEC (Instituto Provincial de Estadísticas y Censos).

 

Entre los datos más relevantes del estudio, se destacan los siguientes:

  • En una década, del 2.003 al año 2.013 se perdieron en Misiones 30.000 empleos en el sector forestal, pasando de 70.000 funcionarios a 40.000 en esa década,

 

  • En el año 2.007 el sector forestal representaba casi un 67% de las exportaciones provinciales. En el año 2.014 sólo un 43%.

 

  • Las exportaciones del sector a nivel provincial cayeron entre el año 2.014 y 2.015 en un 49% en volumen.

 

  • La foresto industria en Misiones paso a representar del 20% del PBI provincial en el año 2.005 a menos del 10% en el año 2.011

 

Todas estas consecuencias se deben exclusivamente a la disminución en los volúmenes de exportaciones del sector. Las industrias misioneras tienen potencial no sólo de abastecer el mercado local, sino capacidad instalada, maquinaria de última generación y mano de obra calificada, para poder vender al exterior gran parte de su producción, hoy con capacidad ociosa en más de un 50%.

 

La industria maderera misionera sigue siendo altamente eficiente y competitiva a nivel productivo, la falta de ventas al exterior se debe exclusivamente a factores externos, que son los altos costos logísticos e impositivos a la hora de exportar, donde quedan en desventajas más que considerables con los países proveedores con quienes compite.

 

En Chile, Brasil o Uruguay los costos logísticos por contenedor son de aproximadamente U$ 2.500 menores que en Argentina, lo que representa más de un 10% del valor FOB de un contenedor de productos con valor agregado. A esto se deben sumar los impuestos que deben pagar los exportadores argentinos, que no se pagan en prácticamente otro lugar del mundo, como Ingresos Brutos en el caso de Misiones, y la ecuación se convierte en más desfavorable aún.

 

¿Cuál es el escenario a corto plazo?

 

Las perspectivas de corto plazo no son esperanzadoras, ya que más allá que se hayan sacado las retenciones a las exportaciones de madera, el dólar sigue muy por detrás de los niveles de inflación anuales, con lo cual cada día se pierde más competitividad.

La única solución de corto plazo es que los Gobiernos nacionales y provinciales puedan consensuar medidas urgentes que permitan resolver las inequidades, para luego desarrollar planes de largo plazo que permitan desarrollar estructuras permanentes para la disminución de los costos logísticos e impositivos.

 

A nivel privado las industrias se encuentran en condiciones y necesitan incrementar sus ventas al exterior cuanto antes. Este desarrollo no va a ser inmediato, ya que si bien los mercados internacionales cuentan con buena demanda, revertir la relación con los clientes con quienes se trabajaba en el pasado, a los cuáles se dejó de vender por más de ocho años, o abrir nuevos clientes, luego de haber desmejorado la marca Madera Argentina que se había logrado en el mercado, llevará varios meses, o incluso años.

Como conclusión podemos decir que Argentina tiene un gran potencial de exportación de maderas, lo cual generaría una importante reacción económica en las economías donde se localizan las industrias, sólo es cuestión de hacer viable los costos y una vez logrado esto, hacer fuertes campañas de desarrollo de mercados para intentar recuperar a los clientes o abrir nuevas posibilidades. Esto sólo una vez que la industria pueda volver a competir en condiciones similares con sus competidores regionales.

 

Lic. Carlos Berninger (*)

(*) Experto  en Comercio Internacional y propietario de la firma Carber.

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